Más de 7.000 hectáreas monitoreadas de banano y dos focos de enfermedad contenidos, constan entre los principales resultados del proyecto SafeBanana que se ejecuta en la provincia del Guayas como medida para afrontar el avance del moko y la amenaza latente del Fusarium Raza 4 Tropical (R4T).
Esta iniciativa y otras acciones son parte de la cooperación entre la Prefectura del Guayas y la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), que busca proteger las más de 50.000 hectáreas de cultivos de musáceas en la provincia que generan trabajo para aproximadamente 2.800 productores.
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El moko, una enfermedad bacteriana que afecta a las musáceas, y el Fusarium Raza 4 Tropical generan alta preocupación debido a su agresividad y al hecho de que, una vez detectadas, obligan a erradicar completamente las plantaciones afectadas. Esto compromete directamente la estabilidad productiva y económica de la región.
Una preocupación que aumenta con los resultados obtenidos a través del proyecto SafeBanana. “El 81por ciento de los productores no controla el acceso a sus fincas, el 48 por ciento no realiza actividades de desinfección, el 74 por ciento carece de infraestructura adecuada y el 92 por ciento no cuenta con herramientas ni equipos apropiados para aplicar medidas de bioseguridad”, aseguró el presidente de AEBE, Jorge Encalada.
Adicionalmente, se identificó un alto grado de desconocimiento entre los productores sobre las enfermedades. Según los estudios, 5 de cada 10 productores desconocen el Fusarium R4T y 7 de cada 10 no están familiarizados con el moko, lo que refuerza la necesidad de continuar con las campañas de capacitación.
La cercanía con la provincia de Manabí, donde se han registrado brotes de moko en plátano, sumada a las condiciones climáticas extremas de los últimos meses, eleva el riesgo de diseminación de estas enfermedades.
En este contexto, el trabajo conjunto se consolida como una herramienta clave para la protección de los cultivos, así lo destacó la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga.
“Estamos articulando esfuerzos interinstitucionales que nos permitan actuar de manera preventiva, oportuna y basada en evidencia, en especial para proteger a nuestros pequeños productores”, señaló.
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Por su parte, José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de AEBE, explicó los beneficios del proyecto SafeBanana, que permite diagnosticar el nivel de riesgo de las fincas bananeras ante amenazas como el moko y el Fusarium R4T, y Brigadas de Bioseguridad, enfocadas en la capacitación de productores para detectar y contener estos patógenos.
“Estamos convencidos de que los desafíos fitosanitarios no se pueden enfrentar de forma aislada. Por ello, la colaboración con la Prefectura del Guayas ha sido clave para avanzar en la protección integral de nuestros cultivos”, afirmó Hidalgo.
Los esfuerzos en el sector bananero se mantienen, con nuevas jornadas de capacitación y entrega de kits de bioseguridad a los productores. Además, el Censo Agropecuario 2025 en la provincia se perfila como una herramienta esencial para diseñar el tercer convenio, esta vez enfocado en el cultivo de plátano, lo que permitirá detectar brotes con información actualizada y precisa.