Enfoque

Así cambia vidas el Comité de Damas de Solca Guayaquil

57 voluntarias están a cargo de la administración del bazar, peluquería, cafetería, banco de medicinas, así como de suministrar a los pacientes y sus familias vituallas y refrigerios gratuitos a los pacientes y sus familiares.

Los uniformes azules y mandil blanco de las voluntarias del Comité de Damas de Solca se distinguen dentro de los pasillos y salas de Solca Guayaquil. Su presencia no pasa desapercibida; siempre hay quien las reconoce y saluda amablemente. Desde hace 69 años, la labor de estas valiosas mujeres ha sido fundamental en esta casa de salud.

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Gracias al apoyo moral, espiritual y de recursos que brinda, cientos de pacientes de bajos recursos pueden acceder a la atención médica y otras ayudas. Su presidenta, María del Carmen Álvarez de Baldeón, cuenta que el Comité nació el 2 de octubre de 1956, impulsado por las esposas de los médicos del hospital, quienes con recursos propios confeccionaban toldos y sábanas para entregarlos a los pacientes.

Durante casi siete décadas, ese mismo amor por servir al prójimo ha seguido firme. Pero con el paso de los años su labor se ha multiplicado. Actualmente, sus 57 voluntarias están a cargo de la administración del bazar, peluquería, cafetería, banco de medicinas, así como de suministrar a los pacientes y sus familias vituallas y refrigerios gratuitos.

“La mayoría de los pacientes son de escasos recursos. Muchos llegan de provincia sin desayunar, por eso a diario el carrito de las Damas de Solca recorre los pasillos ofreciendo gratuitamente agua aromática y sándwiches. Asimismo, todos los días un grupo de voluntarias visita a los niños y adultos que están en hospitalización y se les brinda pañales, cubrecamas, mascarillas y acompañamiento, porque muchas veces no es solo lo económico, sino también el apoyo moral”, enfatiza.

Otro puntal importante de esta agrupación es la peluquería, donde se confecciona y comercializa a bajo costo pelucas de cabello natural a las pacientes que lo han perdido por la quimioterapia. En este lugar se ofrecen también prótesis de mama de silicón y esponja para las mujeres que han pasado por una mastectomía (extirpación de seno).

Las Damas se encargan también de realizar diversas actividades con los niños, para esto implementaron una sala de arte y música donde pueden entretenerse mientras esperan su consulta. Asimismo, ayudan a cumplir los sueños de los pequeños que están en hospitalización en alguna etapa difícil de sus tratamientos.

“Hace poco cumplimos dos sueños: uno de un niño que quería conocer el mar y otro que quería volar; esto fue posible gracias a personas caritativas que quieren contribuir”, recuerda María del Carmen.
$!La confección de pelucas es otra de las labores que realiza el Comité de Damas de Solca.

Cómo apoyar al Comité de Damas de Solca

Todas las acciones que realizan las voluntarias son financiadas con programas de autogestión y actividades especiales que llevan a cabo, como bingos, rifas, mercado de pulgas, tardes de juegos, desfiles de moda, entre otras.

“Tenemos muchos benefactores anónimos que nos ayudan a solventar nuestro trabajo con los pacientes. Por ejemplo, tenemos una funeraria aliada que nos da crédito con los cofres mortuorios y los servicios exequiales, pues muchas veces las familias no tienen cómo costearlos. Esta labor es inmensa, por eso necesitamos de más benefactores que se quieran unir a esta linda labor”, manifiesta Baldeón.

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Quienes desean apoyar la labor de las voluntarias pueden hacerlo con donaciones económicas, de productos o de ropa, zapatos, juguetes y electrodomésticos en buen estado, así como cabello, pañales, cubre colchones y pañitos húmedos. Pueden contactarse con ellas directamente dentro del hospital o a través de sus redes sociales.

Otra forma de ayudar es convirtiéndose en una dama voluntaria. María del Carmen, quien lleva en la agrupación 28 años, confiesa que ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida, pues ha podido ayudar a quien más lo necesita.

“Es gratificante saber que pudiste aportar no solo económicamente, sino con algo espiritual, con un abrazo, una sonrisa, un beso. Eso es lo más lindo, porque eso también cura. El voluntariado es una vocación, algo que te nace. No das el tiempo que te sobra, sino el que quieres compartir”, enfatiza.
$!El Comité sustenta parte de sus acciones con su bazar.
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