Las campanas han sido utilizadas históricamente para anunciar buenas noticias y en Solca Guayaquil su repique simboliza el triunfo de la vida y un testimonio de lucha y esperanza de quienes batallaron contra el cáncer.
Desde el año 2000, el sonido de este instrumento se escucha con alegría en los pasillos de la institución después de dos grandes acontecimientos. Una primera campana está ubicada en la sala de quimioterapia y suena cuando el paciente culmina su tratamiento de quimio; otra más grande es la de remisión y su toque pone fin a la batalla contra el cáncer.
Violeta Arboleda, jefe del servicio de psicología clínica de Solca Guayaquil, explica que estos dos repiques suceden en momentos muy significativos para los pacientes y que son parte de la iniciativa Campana de la Esperanza.
Este rito, que también se pone en práctica en varios centros oncológicos alrededor del mundo, surge con el objetivo de celebrar la vida.
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Este acto tiene una carga emotiva, no solo para el paciente, sino también para sus familiares y doctores.
Para los médicos, psicólogos, enfermeras y el personal que acompaña al paciente en este duro proceso, es un aliciente, recalca Arboleda, pues es un motor que renueva su vocación, porque no solo se celebra una cura, sino un nuevo comienzo.
“Los familiares y amigos vienen con pancartas, globos y música y el paciente deja un mensaje a quienes se quedan, un mensaje de que en algún momento ellos también podrán tocarla. La emoción que sentimos en ese momento es indescriptible, nos llena de alegría y orgullo”, manifiesta.
Desde 2022, la Campana de la Esperanza ha sido tocada más de 180 veces en Solca Guayaquil.
El diagnóstico de cáncer causa un gran impacto emocional para el paciente y su entorno. Durante este proceso la persona enfrenta mucho miedo, dudas e incertidumbre, por lo que el acompañamiento psicológico es fundamental para sobrellevar la situación y avanzar.
Varios estudios han demostrado que el apoyo emocional y social permite a los enfermos hacer frente al estrés, disminuir los niveles de depresión, ansiedad y los síntomas relacionados con su padecimiento y el tratamiento.
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A través del Departamento de Psicología de Solca Guayaquil, se propician espacios seguros para que los pacientes puedan hablar de sus dificultades y para que sus familiares y cuidadores reciban la guía para ayudarlos, para que mantengan la fe y el mejor ánimo.
La batalla contra el cáncer es un proceso largo con muchos desafíos y la familia es un apoyo fundamental. El paciente pasa por muchos altibajos, por ello, la atención también va dirigida a la familia.