Brasil usará drones para combatir la esclavitud moderna
Río de Janeiro.- El Gobierno brasileño utilizará aviones no tripulados (drones) en las operaciones que realiza para combatir el trabajo análogo a la esclavitud en las áreas rurales y selváticas de difícil fiscalización, informaron fuentes oficiales.
La fiscalización de los locales de difícil acceso con drones será iniciada en agosto próximo, cuando los primeros siete operadores hayan concluido sus cursos de capacitación, según un comunicado del Ministerio de Trabajo.
Las operaciones de vigilancia aérea se realizarán inicialmente en el estado de Río de Janeiro con seis drones donados por el Ministerio Público, precisó la nota.
Cada uno de los aviones no tripulados donados, del modelo "Inspire 1", cuenta con una cámara fotográfica y de vídeo con resolución de 4K (Ultra Alta Definición) y tiene capacidad para vuelos de hasta veinte minutos a setenta metros de altura.
"Los drones no sustituirán la presencia de los fiscales, pero serán de gran utilidad en las áreas rurales en caso de que encontremos haciendas con sus porterías cerradas, por ejemplo", explicó el coordinador de Fiscalización Rural de la Superintendencia de Trabajo en Río de Janeiro, Bruno Barcia Lopes.
Según el jefe regional de los equipos de fiscalización, la ayuda también será importante para combatir la esclavitud moderna en barcos de pesca y en las grandes obras civiles, como hidroeléctricas.
Gran parte de los trabajadores sometidos a condiciones análogas a la esclavitud en Brasil son explotados en haciendas amazónicas o de difícil acceso, en las que trabajan jornadas exhaustivas para pagar supuestas deudas.
De esas haciendas difícilmente los trabajadores pueden escapar por las largas distancias y debido a que, en algunos casos, permanecen vigilados por hombres armados.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, los aviones no tripulados serán utilizados inicialmente en fase de pruebas debido a que el uso de los drones aún no está regulado en Brasil.
Según un balance divulgado recientemente, las autoridades brasileñas liberaron en los últimos veinte años a 49.353 trabajadores sometidos a condiciones degradantes o análogas a la esclavitud.
El dato forma parte de un informe presentado en mayo con motivo del vigésimo aniversario de la creación del grupo del Ministerio de Trabajo especializado en el combate a la esclavitud moderna.
Para castigar estas prácticas, que incluyen jornadas laborales exhaustivas, servidumbre por deudas y el pago de salarios ínfimos, el Gobierno impone elevadas multas y sanciones a las empresas denunciadas.
Entre las sanciones están el veto al acceso a líneas de crédito de los bancos públicos o la prohibición a firmar contratos con organismos oficiales. EFE
