El testaferro del chavismo que goza de privilegios en el infernal 'sótano' de la prisión, por delatar a sus compañeros de celda
Carolina Farfán lunes, 26 octubre 2020 - 09:00
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Antes de ingresar en los sótanos de Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), Reyes Gabriel Hernández, conocido como “el Gordo”, tenía lujosas fincas donde hacía fiestas con modelos para jerarcas del chavismo.
En la DGCIM, es conocido como 'el Finquero de Apure' (el estado Apure es clave en lo que se refiere a la presencia de oficiales, entre esos generales, relacionados con dueños de fincas y riquezas que nadie sabe cómo florecieron tanto) y tiene algunos privilegios por mentir y delatar a sus compañeros de prisión.
El 7 de octubre pasado, los delegados que la Alta Comisionada Michelle Bachelet tiene en Venezuela visitaron las instalaciones de la DGCIM. Un hecho relevante fue lo que ocurrió ahí con 'el gordo', publica el medio Infobae.
Hernández reveló a custodios y a otros presos que algunos de los oficiales, precisamente quienes han sufrido mayor tortura, estaban planificando un motín para fugarse. A consecuencia de eso, tres militares fueron enviados a la celda de castigo, en la 'Casa de Los Sueños'.
Por lo que, la Comisión de la ONU visitó la prisión, en compañía de los principales funcionarios denunciados por tortura y violación de derechos humanos, con quienes El Finquero mantiene una estrecha relación.
Hernández dijo, casi a gritos, a los delegados de Bachelet, que ahí nunca se ha torturado a nadie, que eso que han dicho las víctimas de tortura son inventos y que quienes están en la Casa de Los Sueños es por mala conducta.
No obstante, se ha descubierto que 'el gordo' es el único de los presos que en su celda tiene nevera, televisor, microondas, radio e incluso electricidad individual, por lo que cuenta con apagador propio.
Reyes Gabriel Hernández fue enviado a la DGCIM, luego del presunto intento de magnicidio contra Nicolás Maduro el 4 de agosto 2018. Un oficial, quien supuestamente iba a ser detenido por el caso, habría sido ayudado por Hernández para que huyera del país. Por esa razón lo detienen, lo imputan y lo envían a la DGCIM donde aún permanece.
Además, le confiscaron el millonario hato El Chaparralito, rico en pistas de aterrizaje para aeronaves donde, por cierto, según han narrado habitantes de Apure, “El Gordo hace fiestas con mujeres y exceso de todo, siendo las últimas para Francisco Flores. En ese grupo estaba Cristóbal Jiménez y Nixon España que era de PDVSA”.
Ya no viste un día de un traje de marca y al día siguiente de otra más costosa, tampoco hace lujosas fiestas con ex reinas de belleza, pero sigue siendo un privilegiado incluso en el infernal sótano de la DGCIM, aunque sea para mentir.
En los sótanos de la DGCIM en Caracas, han estado y están detenidos los oficiales, considerados de mayor riesgo político y militar por el Gobierno de Maduro.
Un oficial del ejército que estuvo preso 45 días en el sótano de la DGCIM reveló que las celdas son herméticas, las puertas son de lámina de hierro, no de barrotes. Con una ventana pequeña que también permanece cerrada 24 horas; el encierro es absoluto, no se puede ver hacia afuera de la celda. No tienen baño y las necesidades, salvo cuando se lo permiten, se hacen en bolsa plástica las sólidas y en potes de plástico las líquidas.
"A las nueve de la noche apagan las luces de manera centralizada y la oscuridad, por ser un sótano, es absoluta. Usted abre y cierra los ojos y no hay diferencia. Así había que cuadrar muy bien la posición de la bolsa para necesidades, el pote para orinar, el papel, agua para beber, etcétera, en posiciones aprendidas, porque la luz la volvían a colocar a la hora del desayuno".
Una Misión Internacional establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acusó en septiembre pasado al presidente Nicolás Maduro y a otros altos cargos como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, de cometer crímenes de lesa humanidad.
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