Sostenibilidad

Con temor a su extinción, un irlandés graba los cantos de todas las especies de aves de su país

Irlanda es conocida por sus paisajes bucólicos y verdes, pero Sean Ronayne presenta un panorama muy sombrío, "realista" según él, de una población de aves cerca de desaparecer.

martes, 27 mayo 2025 - 10:55
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El irlandés Sean Ronayne comenzó hace cuatro años a grabar los sonidos de todas las especies de aves de su país, muchas en peligro de extinción. Unos archivos de audio únicos para lanzar la voz de alarma, pero también generar esperanza.

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Según los organismos de protección de la naturaleza, aproximadamente el 63% de las aves de Irlanda están clasificadas en riesgo de extinción grave o moderada.

"Las aves están en peligro en Irlanda, como en todo el mundo. La pérdida de la fauna, tanto en términos sonoros como físicos, es devastadora para mí", dice a la AFP el ornitólogo, de 37 años, en su hogar cerca de Cobh, en el sur de la isla.

"Pero me concentro en la esperanza y la belleza", añade.

$!El ornitólogo irlandés Sean Ronayne registra los cantos de los pájaros, y más precisamente el coro del amanecer, en el bosque de Glenbower.

Más de cuatro años después de haber comenzado sus grabaciones, Sean Ronayne ha registrado los sonidos de 201 especies de aves, con más de 12.000 fragmentos de audio procedentes de todos los rincones de su país.

Solo le quedan dos especies por documentar, que son el págalo grande y la serreta mediana.

"Si la gente se diera cuenta de lo espectacular que es la fauna, nunca permitiría que desapareciera, las mentalidades cambiarían", cree Ronayne.

Sonrisas y lágrimas

Irlanda es conocida por sus paisajes bucólicos y verdes, pero este treintañero presenta un panorama muy sombrío, "realista" según él, de un entorno que se está deteriorando y de una población de aves diezmada por la desaparición de sus hábitats.

La mayor parte del país está compuesta por campos cultivados de manera intensiva, tierras sobreexplotadas para el pastoreo y bosques autóctonos reducidos a su mínima expresión, en su opinión.

Las plantaciones de coníferas no autóctonas, "un cultivo industrial", que representan aproximadamente el 9% de los bosques en Irlanda, también constituyen una amenaza para la biodiversidad, según él.

"Intento mostrarle a la gente la belleza de lo que estamos haciendo desaparecer y por qué debemos levantarnos y luchar por ello", dice el experto en fauna y flora.

El año pasado, publicó un libro y realizó un documental. Las conferencias que ofrece en Irlanda se llenan de público.

"El sonido de la fauna es una herramienta formidable para acercar a las personas a la naturaleza y familiarizarlas con todo lo que tienen justo a su alrededor", dice Sean Ronayne.

"Si conoces a tu vecino, eres más propenso a ayudarlo", añade.

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Durante sus conferencias, Ronayne, diagnosticado con autismo ya en edad adulta, cuenta la historia de su vida y cómo la naturaleza está profundamente arraigada en ella.

$!El ornitólogo irlandés Sean Ronayne coloca un monitor de grabación entre la vegetación de la playa de Ballycotton.

También difunde fragmentos sonoros de gorjeos, cantos, gritos y ruidos misteriosos, invitando al público a adivinar su origen.

En algunos extractos, se escuchan aves que imitan a otros animales, como perros y otras especies de pájaros.

"Algunas aves en mis archivos pueden imitar a entre 30 y 40 otras especies en su canto", cuenta.

Las sonrisas son frecuentes en sus conferencias, pero también las lágrimas y la tristeza, a medida que el público toma conciencia de las amenazas que pesan sobre las aves en Irlanda.

Grabadoras escondidas

El ornitólogo organiza regularmente paseos al amanecer, llevando a pequeños grupos a bosques silenciosos para vivir la experiencia del despertar de la fauna.

Los cantos de la mañana, una cacofonía sonora que va aumentando progresivamente, refleja "la salud del medioambiente", según él.

"Cuanto más diversificado, más sano será el hábitat", explica durante uno de esos paseos.

Después de sacar su grabadora de audio, su micrófono parabólico y su trípode, identifica rápidamente las melodías de zorzales, petirrojos, mirlos, reyezuelos y otras aves que se despiertan.

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"¿Escucharon eso? ¡Hay una lavandera cascadeña!", exclama, volviéndose hacia cada sonido que emerge de la niebla matutina.

Sean Ronayne también oculta grabadoras durante semanas, incluso meses, en lugares apartados donde se reúnen las aves.

"Cuando, como sociedad, volvamos a enamorarnos de la naturaleza y la respetemos como lo hacíamos antes, sucederán cosas maravillosas", espera.

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