Cosmeticorexia: una peligrosa obsesión
La Cosmeticorexia, obsesión por el uso excesivo e inadecuado de productos cosméticos a edades prematuras, se ha convertido en un problema en aumento entre jóvenes y adolescentes. En medio del auge de las selfies y las redes sociales, la percepción de la imagen física se ha vuelto más determinante en las dinámicas de las nuevas generaciones.
Esta forma de adicción a la belleza lleva a niñas preadolescentes, algunas tan jóvenes como de 10 u 11 años, a utilizar cosméticos no apropiados para su tipo de piel y su edad.
La Cosmeticorexia puede tener consecuencias adversas para la salud dermatológica de estas jóvenes, creando problemas como sensibilidad cutánea, alergias, dermatitis e incluso exacerbando condiciones como el acné.
Lea también: Uno de cada cuatro adultos en el mundo no realiza suficiente actividad física.
PRODUCTOS DE BELLEZA INAPROPIADOS
Una de las principales preocupaciones es el tipo de productos que estas niñas y adolescentes utilizan. Es esencial limitarse a rutinas básicas y específicas para su edad y tipo de piel. Para las pieles adolescentes con acné, recomienda una rutina de limpieza e hidratación adecuada, evitando el uso de productos con ácidos como los retinoides y alfa-hidroxiácidos, que son inapropiados para esta etapa de desarrollo.
El uso inadecuado de cosméticos puede no solo afectar la salud dermatológica de las jóvenes, sino también distorsionar su percepción de la imagen corporal y la autoestima. En una etapa donde la autoimagen es especialmente vulnerable, el mercado cosmético a menudo promete soluciones rápidas y una aceptación social basada en estándares estéticos poco realistas.
María del Pilar Pérez Rivas, experta en Dermocosmética de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), enfatiza que los adultos cercanos a los jóvenes, como padres, educadores o profesionales de la salud, tienen un papel crucial en educar sobre el uso responsable de cosméticos. Es esencial establecer rutinas básicas de cuidado de la piel y limitar el acceso a productos inadecuados. Asimismo, aconseja buscar información confiable sobre dermatología y cosmética, preferiblemente a través de profesionales médicos especializados.
CONSECUENCIAS DE LA COSMETICOREXIA
Según la especialista, las consecuencias de esta terrible obsesión se perciben tanto en la parte mental como en la parte física. La cosmeticorexia puede afectar negativamente la autoestima y la imagen corporal, generando ansiedad, depresión y trastornos dismórficos corporales. Los efectos físicos incluyen reacciones adversas, como acné, irritación de la piel, alergias e incluso problemas más graves como dermatitis.
Para evitar caer en la cosmeticorexia, es importante tener una buena educación desde el hogar. Los padres deben convertirse en modelos a seguir, destaca Pérez Rivas, fomentando un enfoque responsable hacia el cuidado de la piel y enseñando a sus hijos a tomar decisiones informadas sobre el uso de cosméticos.
Para aquellos que consideran permitir el uso de maquillaje o productos cosméticos a los jóvenes, es aconsejable realizar una investigación sobre los ingredientes activos de los productos.
Además, la consulta con profesionales de la salud especializados en dermatología puede garantizar que se seleccionen productos adecuados para cada tipo de piel y edad, evitando así el desarrollo de problemas dermatológicos a temprana edad.
RECOMENDACIONES CONTRA LA COSMETICOREXIA
Establezcan rutinas básicas de cuidado de la piel: Limpieza e hidratación adecuadas según el tipo de piel.
Limiten el acceso a productos inadecuados: Eviten el uso de cosméticos con ingredientes agresivos o no apropiados para la edad.
Busquen información confiable: Consulten con profesionales de la salud o dermatólogos para obtener recomendaciones personalizadas.
Sean modelos a seguir: Fomenten un enfoque responsable hacia el cuidado de la piel y enseñen a tomar decisiones informadas sobre el uso de cosméticos.
La cosmeticorexia es un problema real que afecta a miles de niñas y adolescentes en todo el mundo. Es crucial trabajar en conjunto para prevenirla y proteger la salud física y mental de las generaciones más jóvenes.
