Sostenibilidad

Ballena fue golpeada por embarcación en Atacames: turismo informal genera riesgos

Una ballena jorobada fue impactada por una lancha en Atacames, y casos similares podrían repetirse en toda la costa por falta de control y capacitación.

Un video reciente captado en las playas de Atacames, provincia de Esmeraldas reveló una escena alarmante: una lancha de pesca reconvertida en bote turístico impactó a una ballena jorobada en medio de una excursión. El hecho no es aislado. Según Franklin Vega, de Bitácora Ambiental, esta situación se repite en gran parte de la costa ecuatoriana, donde embarcaciones sin licencia operan sin supervisión ni capacitación adecuada.

“La informalidad es un peligro doble: arriesgan la vida de los turistas y pueden lastimar a las ballenas”, advierte Bitácora Ambiental.

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En zonas como Machalilla, provincia de Manabí una de las más emblemáticas para la observación de ballenas, las lanchas informales ofrecen recorridos turísticos con apenas el aval del municipio local, sin pasar por los controles de la Armada ni contar con permisos del Ministerio del Ambiente o del Parque Nacional.

$!Una lancha de pesca.

“Esa gente no tiene ni la experiencia, ni la capacitación, ni muchas veces la sensibilidad para cuidar a las ballenas”, comenta Vega.

Estas embarcaciones, conocidas como fibras de pesca, han sido adaptadas para el turismo. El capitán suele ir en la popa (parte trasera de la lancha), lo que impide una visión clara del mar y de los cetáceos que se acercan. Quien dirige la navegación, en muchos casos, depende de las indicaciones de un segundo tripulante, sin conocer a fondo el comportamiento de las ballenas.

“Van con la proa levantada y es un puntero quien va diciendo para dónde moverse. Así no se puede hacer turismo responsable, y mucho menos observación de fauna marina”, explica Vega.

Como parte de las expediciones de monitoreo de mamíferos marinos, socios de WildAid en colaboración con Bitácora Ambiental han evidenciado un incremento de ballenatos recién nacidos durante esta temporada.

Estos resultados preliminares apuntan a una mayor presencia de crías en las aguas ecuatorianas, lo que hace aún más urgente y delicado el manejo de embarcaciones turísticas en alta mar.

En este contexto, el Parque Nacional Machalilla ubicado en la provincia de Manabí, uno de los destinos más populares para el avistamiento se ha convertido en un claro ejemplo de cómo la permisividad de autoridades locales puede superar la capacidad de regulación nacional, facilitando la operación de tours informales en un ecosistema frágil.

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“Hay montones de botes nuevos operando sin patente, sin pasar revisión técnica, sin guías certificados. Es el municipio quien los avala. Es una situación que se les fue de las manos”, denuncia Vega.

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