Cerca de 10 mil ballenas jorobadas regresan cada año a Ecuador para su época de apareamiento y reproducción. Su migración desde los polos guarda el secreto para combatir el cambio climático. Esta es la razón.
Durante tres meses, la costa se convierte en el escenario de estos majestuosos cetáceos que migran desde la Antártida para aparearse y reproducirse en aguas cálidas.