La mayoría de niños y adolescentes no hacen ejercicio en Ecuador: ¿cuál será el costo a futuro?
Luis tiene 37 años y toda su vida fue deportista: actividades como natación, fútbol, pádel, hasta rutinas diarias de ejercicios eran una práctica que había cultivado desde muy joven. Con la pandemia eso cambió.
Las restricciones de movilidad combinadas con las olas de contagio y la carga laboral, hicieron que detenga todo tipo de ejercicio. Esto le pasó factura y las consecuencias no sólo llegaron con un par de tallas más, sino que le afectaron a su salud creando problemas cardiovasculares.
Cuando se vacunó por la COVID-19 tuvo que retomar el ejercicio en busca de dejar el sedentarismo, pero en el camino notó que los beneficios eran incontables: ya no estaba cansado, su problema de salud se había controlado y por supuesto, bajó el exceso de pesos Así, nuevamente el ejercicio volvió a su vida para quedarse, pero esta vez como una manera de mantenerse saludable y no enfocado en lo estético.
Desde hace mucho tiempo los especialistas han remarcado la importancia de la actividad física para la salud del corazón, el cuerpo y la mente. De hecho, son tantos los beneficios que en la nueva pirámide nutricional establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la colocan junto a las horas de sueño e hidratación como la base, a diferencia de la pirámide de antes que tenía a los cereales y carbohidratos en sus cimientos.
Pero aunque los ejercicios mejoran el bienestar en general, su ausencia puede dejar un panorama poco prometedor. Un informe publicado por la OMS señala que entre 2020 y 2030 cerca de 500 millones de personas desarrollarán enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas "que son atribuibles a la inactividad física".
¿La situación en Ecuador? Los últimos datos del INEC señalan que cerca del 18 por ciento de los adultos entre 18 a 69 años no realizan la actividad física suficiente en el país. Pero la cifra aumenta al 76 por ciento cuando se toma en consideración a niños y jóvenes (de entre cinco a 17 años).
Es decir, que quienes pertenecen a este último grupo son los más afectados por el sedentarismo porque pasan más de tres horas sin ningún tipo de movimiento (sin contar las horas de sueño) . Mientras que la recomendación de la OMS no excederse de las dos horas de comportamiento sedentario y una de las metas al 2025, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Ecuador, es reducirlo a 114 minutos.
Para la Nutricionista Sussy Corral , una de las causas de esta falta de actividad física en el país se debe a que no está asegurado que el cien por ciento de la población tenga una manera viable de ejercitarse.
"Las personas en una situación económica media o baja, no tienen un espacio privado para ejercitarse y aunque existe la opción de hacerlo en casa, no es una alternativa para muchos... hasta por temas emocionales porque ya pasaron mucho tiempo encerrados por la pandemia ", detalla la especialista.
Por eso, si no existe la oportunidad de acudir a un gimnasio o parque, ella indica que de los 300 minutos semanales de ejercicios que recomienda la OMS para estar activos, estos se dividen en cualquier actividad física que requiera un esfuerzo.
Por ejemplo, caminar a comprar el pan, pasear al perro, levantarse por ratos durante la jornada laboral, entre otros. "A esto se le puede adicionar un tiempo de ejercicio como tal, pero hay que saber que se puede trabajar pequeñas actividades durante el día. Está comprobado que con eso se activa más el metabolismo que estando sentado 23 horas y ejercitando una hora ", explica la nutricionista.
MUCHO MÁS QUE APARIENCIA
Aunque muchas veces el primer acercamiento al ejercicio se da por temas estéticos, la verdadera recompensa llega con el cuidado de la salud y el bienestar.
La actividad física reduce las posibilidades de desarrollar ansiedad y depresión , contribuye a la prevención y gestión de enfermedades cardiovasculares , el cáncer y la diabetes , otorga mayor longevidad, mejora las habilidades de pensamiento, aprendizaje y juicio, da más facilidades para revertir los procesos propios del envejecimiento, entre muchos otros.
Pese a esto, de acuerdo a Naciones Unidas, el progreso en temas de deporte es lento: menos del 50 por ciento de los países cuenta con una política nacional de actividad física y de ese porcentaje, menos del 40 por ciento está operativo. Por eso recalcan la importancia de acelerar el desarrollo y la implementación de políticas públicas para aumentar los niveles de actividad física.
Según el ministro de Deporte, Sebastián Palacios , en Ecuador sí se está trabajando para promover el ejercicio físico como una política pública. Desde marzo del 2022 el deporte fue declarado como una política de Estado en el país y esto abrió el abanico de posibilidades para construir nuevas medidas en pro de la actividad física.
"Buscamos que esta política se quede y sin importar si más adelante hay otro gobierno, que permita trabajar a largo plazo en un objetivo tan importante como reducir el sedentarismo en la población" , detalló Palacios.
Dentro de las acciones que se han tomado, está la creación de una norma en conjunto con el Ministerio de Salud Pública, en la que se establece que además de las prescripciones de medicamentos comunes que realizan los especialistas a los pacientes, añadan siempre la indicación de aumentar el número de horas de ejercicio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, si los gobiernos no toman medidas urgentes para fomentar una mayor actividad física, el costo sería de 27 millones de dólares anuales debido al desgaste de la salud y la población en general.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está planteado como una de las metas a cumplirse hasta 2030: aumentar los niveles de ejercicio es una de las vías para prevenir enfermedades y reducir la carga en los sistemas de salud.
