Día Mundial de Reciclaje toma el pulso de varias empresas en Ecuador
En el Ecuador, diariamente se generan cerca de 13.000 toneladas de desechos, el equivalente a cinco piscinas olímpicas llenas o a 1.000 camiones llenos de residuos cada día. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de esta cantidad el 94% termina en basurales o en el ambiente y únicamente el 6% es reciclado y si se regresa al ejemplo de las piscinas, solo el 1/5 de 1 piscinas se recicla cada día.
Ante la gran necesidad de recordar la importancia de reducir, reutilizar y reciclar para reorientar el comportamiento y sumar hábitos en las sociedades, la UNESCO declaró el 17 de mayo el Día Mundial de Reciclaje. Con ello varias empresas que han creado, varios años atrás, diversos proyectos y campañas para trabajar en favor del reciclaje muestran en esta fecha sus favorables resultados para seguir creando conciencia entre la sociedad y autoridades.
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Por ejemplo, Herbalife Nutrition presentó su alianza estratégica con GIRA, empresa filial de Corporación Favorita. A través de esta acción la empresa busca potenciar el reciclaje con los más de 35.000 distribuidores independientes que forman parte de Herbalife Nutrition en Ecuador.
En esta operación, empleados, distribuidores y consumidores pueden adquirir el hábito de reciclar y reutilizar los envases, así como también papel, cartón y pallets, entre otros materiales.
Según cifras del INEC el principal residuo clasificado o separado de los demás residuos fue el plástico (40,04%) seguido de los residuos orgánicos (40,09%) papel-cartón (37,70%) metal (20,20%) vidrio (20, 12%) Tetrapack (11,00%)
Jorge Mórtola, presidente del directorio de Aseplas, reconoce que actualmente la gran solución a los problemas que generan los residuos de plástico (y también otros residuos) consiste en una buena gestión, la misma que se realiza a través del reciclaje. Cifras proporcionadas por Aseplas indican que a nivel productivo existen productos fabricados con material reciclado (componente mínimo de material reciclado) entre ellas, las fundas las cuales lideran esta categoría con un 50%, seguido por las botellas, con un 15%, los descartables un 10% y otros con un 15%.
Los plásticos con materia prima en comparación con otros materiales son de muy bajo valor, por tanto, el proceso de recolección podría llegar a ser muy costoso. “Para que este proceso de recolección pueda ser financiado se necesitan incentivos. En el caso de los plásticos, con las botellas pet existe un incentivo redimible, lo mismo ocurre con las fundas de acarreo, la cual tiene un impuesto si es que éstas no cuentan con un porcentaje de material reciclado. Sin embargo, en ese proceso hay plásticos que no tienen ningún tipo de incentivo, pero por lo menos ya hay una ley que indica que estos materiales que anteriormente se pensaba que no eran reciclables, puedan hacerlo” indica el presidente de Aseplas.
Por su parte, Cervecería Nacional también tiene el objetivo de incentivar la retornabilidad de sus botellas de vidrio, a través de su programa de innovación Aceleradora 100+, en la que apoya la startup ReciVeci que, a través de un plan piloto, busca recuperar cerca de 70 toneladas de material reciclable y envases post consumo.
Economía circular
La respuesta de Coca-Cola a la problemática de los residuos plásticos tiene un anclaje a la promoción de una economía circular, modelo productivo sostenible donde nada se pierde y todo se transforma, pues todos los materiales y bienes de la cadena productiva sirven para alimentar a otros ciclos de uso y producción, cuya base de acción es “reducir, reutilizar y reciclar”.
La compañía promueve el consumo de empaques reutilizables, que implica un circuito en el que la persona devuelve un envase vacío en el Punto de Venta para llevarse una nueva bebida. Los envases recibidos se devuelven al embotellador y se rellenan tras un riguroso proceso de limpieza, desinfección e inspección electrónica, para luego volver nuevamente al Punto de Venta.
El uso de envases retornables trae consigo múltiples beneficios, no solamente para el bolsillo del consumidor, que pagará únicamente el costo de la bebida de su preferencia, sino también para el ambiente, al fabricar envases con materiales PET (tereftalato de polietileno) o vidrio.
