Los investigadores informaron que las personas que utilizaron las intervenciones en el estilo de vida adaptadas al fenotipo mostraron una mejora considerable en algunas áreas específicas, como la saciedad anormal y la alimentación emocional.
La nefróloga Vesna D. Garovic, junto con los ginecólogos obstetras Wendy White e Yvonne Butler Tobah, descubrieron que las mujeres que han tenido preeclampsia tienen una mayor cantidad de afecciones crónicas más adelante en la vida.
Ecuador es uno de los países más afectados por la condición conocida como trisomía 21. Las familias que la enfrentan cuentan con un solo recurso: ellas mismas.