El ministro del Interior, John Reimberg, indicó que en aquella institución se matriculaban vehículos robados y se ejecutaban otras actividades irregulares.
Un estudio que incluyó encuestas a casi 3.000 niños y jóvenes en ciudades costeras determina que ocho por ciento aceptó pertenecer a una banda. Más de una quinta parte de los encuestados afirmó que encontró un sentimiento de importancia y respeto.