Los estragos del maltrato ocasionaron que Sisa, una pequeña osezna, no pueda volver a las montañas de donde fue extraída. Ahora, el Zoológico de Quito quiere darle su propio “pedazo de bosque andino”.
Los incendios son responsables de casi la mitad de esta destrucción, por lo que el fuego supera por primera vez a la agricultura como causa de la pérdida de selvas.
La expansión agrícola, los proyectos urbanísticos y la sobreexplotación provocaron que la palmera de marfil ecuatoriana aparezca en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Este canje de deuda siguió el mismo esquema que la conversión de deuda por naturaleza realizada el año pasado, en favor de la conservación marina de las Islas Galápagos.
Para el año 2050, el Banco Mundial calcula en 17 millones el número potencial de migrantes climáticos en América Latina, si se cumplen los escenarios más pesimistas.
En un reporte se mostró que el 90% de esta deforestación por minería se encuentra fuera del límite de las zonas autorizadas para realizar dicha actividad.
La expansión urbana y el mal manejo de los remanentes de los ecosistemas originales de Guayaquil han revestido de un peligro crítico el día a día de los pericos caretirrojos y garzas.