Menos de un mes después de que las autoridades ecuatorianas allanaran 46 propiedades y e incautarán cerca de 40 millones de dólares de las cuentas bancarias de la familia de alias ‘Fito’, finalmente el capo fue capturado este miércoles 25 de junio de 2025 en Manta. El presidente Daniel Noboa anunció que será extraditado a Estados Unidos.
Esta historia bien podría empezar en 1979 cuando nació José Adolfo Macías Villamar. De niño le decían Adolfito y luego su familia empezó a llamarlo simplemente Fito. Nadie imaginaría que se convertiría en su alias y que, 46 años más tarde, sería el narco más buscado de Ecuador. Y ahora un extraditable para pagar sus delitos en Estados Unidos.
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Pero la historia también podría empezar cuando ese Fito adolescente conoció a Jorge Bismark Veliz España, a finales de la década de 1990. El ‘Teniente España’, asesinado en 2007, fue el primer líder de la banda ´Los Choneros’. También conoció a Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, otro de los líderes de esta banda, asesinado en 2020. Eso dejó a ‘Fito’ al mando de la organización. Estados Unidos lo acusó de cuatro cargos, entre ellos, la distribución internacional de cocaína.
Para la década del 2010, Fito ya era un delincuente conocido: había sido arrestado y condenado por varios delitos como asesinato. Se había escapado de La Roca junto a alias Rasquiña; fueron recapturados. Se adueñaron de las cárceles, se aliaron con los cárteles mexicanos, compraron servidores judiciales, policías y militares, y quizá políticos. Las cárceles eran su refugio y centro de operaciones. Rasquiña y alias Junior, por ejemplo, fueron asesinados luego de salir de prisión.
Fito decidió quedarse ‘tras las rejas’ mientras las calles se llenaban de sangre por la disputa entre las bandas. En julio de 2023, apareció en un video desde la cárcel Regional de Guayas, junto a un policía de inteligencia. “Nos hemos visto en la obligación moral de ser responsables con nuestros conciudadanos ecuatorianos y llegar a un acuerdo de paz y tranquilidad con Los Lobos, Los Tiguerones, Fatales, Choneros, Ben 10, Latin Kings, M18, R7”, decía el líder criminal en lo que parecía una rueda de prensa. Un mes después fue trasladado a La Roca y otro mes más tarde, en septiembre, regresado a la Regional, donde grabó un corrido mexicano, en que exaltaba su figura. Eran los lujos que podría darse como “preso”.
Un perfil criminológico, levantado por la experta Alexandra Mantilla en 2021, describió a Fito como un hombre de alta capacidad intelectual, perseverante y que toma decisiones con frialdad. “No tiene sentimientos de remordimiento o culpa, además de que no puede ser reinsertado a la sociedad”, concluía la pericia. Quizá por eso es el único líder de ‘Los Choneros’ vivo y a buen recaudo. Y con su “patrimonio” hasta ahora intacto. Se fugó de la cárcel en enero de 2024, desatando una ola de violencia por la que el presidente Daniel Noboa declaró el conflicto armado interno.
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Pero mientras Fito dirigía desde la cárcel, su esposa Inda Mariela Peñarrieta Tuárez, empezó a adquirir bienes y empresas fachada que, según la Fiscalía, sirvieron para lavar el dinero de las actividades ilícitas. Las investigaciones apuntan a un patrimonio repartido entre cuentas bancarias, vehículos, terrenos, casas y cuatro empresas de sus familiares que bordearían los 40 millones de dólares. Dentro del entramado se incluye a los hermanos y padres de Fito, y a su otra pareja sentimental: Verónica Narcisa Briones Zambrano. Cercar a la familia y golpearlo económicamente al incautar sus bienes, era una de las estrategias para acorralarlo hasta que salga de su escondite o dé un paso en falso. Al parecer, la estrategia resultó.
Tras el ascenso criminal, llegó la hora de su caída. Y esta historia empezó en abril de 2024, cuando la Unidad de Análisis Financiero (UAFE) remitió una serie de informes sobre ingresos y actividades económicas de los familiares de Fito, que darían cuenta de crecimientos patrimoniales sin justificación. Según el expediente del ‘Caso Blanqueo Fito’, el 15 de mayo de 2025 se ordenaron las interceptaciones telefónicas a los implicados. Y quince días más tarde un operativo dejó 47 bienes allanados y seis detenidos. Casi un mes despúes encontraron al capo en su guarida.
Entre los bienes está la casa blindada de Fito, en el sector Altamira, en Manta, conocida como “La Fortaleza”. Se trata de una lujosa propiedad con altos muros de piedra y una piscina que, en el fondo, tiene la figura de un león, símbolo de ‘Los Choneros’, y, en los costados, los nombres de sus hijos: Michelle y Jair. La propiedad, según el expediente, fue adquirida de contado por su esposa Inda Peñarrieta, así como muchos de los otros bienes. Inda no fue arrestada, aunque su nombre está por doquier en el expediente. El ministro del Interior John Reimberg dijo que están detrás de la pista de 10 familiares más de Fito.
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No obstante, no es la primera vez que la esposa del capo está inmiscuida en investigaciones. En 2017, fue procesada por delincuencia organizada por presuntamente ser parte de las actividades delictivas de ‘Los Choneros’, pero la declararon inocente. En 2020, la procesaron por tres delitos: defraudación tributaria, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Fiscalía daba cuenta de que ocho propiedades a su nombre estaban valoradas en 4,8 millones de dólares. Muchos de los bienes allanados en junio de 2025, ya fueron allanados en 2021. Fiscalía no pudo sostener su acusación y el tribunal ratificó su inocencia. En ese entonces ya se investigó a la empresa distribuidora de agua embotellada Queen Water, que era proveedora para entidades estatales: SNAI y CELEC.
Pero lo tragicómico de esta historia es que, tras ratificarse su inocencia, la esposa de Fito pidió que se quemara toda evidencia de ese caso: computadoras, facturas, documentos de compra venta de bienes, hasta su acta de matrimonio. Una jueza de Manta no dudó en asistir su requerimiento, lo que quizá borró del mapa información que habría servido para la nueva acusación.
Que la familia de Fito tenía propiedades por doquier y que sus empresas contrataron con el Estado a vista y paciencia de las autoridades no es nuevo. “Es cuento viejo que Fito haya sido por mucho tiempo capo de ‘Los Choneros’. Es muy conocida la estructura de ellos y el negocio de ellos en el narcotráfico. Ningún gobierno quiso hacer nada, nadie movió un dedo. Nosotros hemos avanzado en este corto tiempo en llevar las investigaciones necesarias para hacer las cosas bien (...) si yo no llevo algo estructurado a la función judicial, me van a dejar libre a la gente”, dijo el ministro Reimberg, dando a entender que está vez no permitirán que se escapen.
El círculo de Peñarrieta es solo el primero de tres brazos de esta estructura delictiva, según Fiscalía. El segundo es la otra pareja sentimental de Fito, Verónica Briones, quien se hizo famosa por entrar disfrazada de guía penitenciaria a la cárcel por tres días para pasar con Fito, sin que nadie se diera cuenta sino hasta que salió. Según el expediente, en cinco años Briones pasó de tener una cuenta bancaria con 150 dólares, a manejar cuentas con más de un millón de dólares. Ella ya está recluida en la cárcel porque es procesada por delincuencia organizada en otro caso.
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Y el tercer eslabón son los padres de Fito y su hermano Yandry Nicomedes Macias Villamar, quien es funcionario de la Empresa Pública de Movilidad de Manta, con un sueldo de 1.600 dólares. Fue detenido en una casa en Carapungo, norte de Quito.
Todos los detenidos alegaron su inocencia, justificando que su único delito es ser familiares o allegados a Fito; añadieron que sus patrimonios están justificados y responden a actividades lícitas.
Por el momento, Fiscalía no ha develado más detalles de las interceptaciones telefónicas ni sobre el paradero de Inda Peñarrieta y sus hijos. Lo último que se supo de ellos es que en enero de 2024 se trasladaron a Argentina, a una casa que habían comprado en 300 mil dólares en efectivo. El gobierno argentino los expulsó. A su regreso a Ecuador aterrizaron en el aeropuerto de Guayaquil y fueron escoltados por vehículos blindados.
Analistas consideran que lo hallado en cuentas bancarias y propiedades del círculo de Fito, sería apenas una parte de su ‘patrimonio” que ha intentado blanquear. Otra parte estaría escondida en caletas, a nombre de otras personas de confianza, e incluso podría tener propiedades y cuentas en el extranjero. Ahora que está capturado y se prepara su extradición para Estados Unidos, ¿se sabrá conocerá quién más estuvo dentro de la red criminal de Fito?