El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos se incorporó a la investigación en torno al atentado con coche bomba perpetrado la noche de este martes en el norte de Guayaquil, a las afueras de un centro comercial situado en la Av. Joaquín José Orrantia, que dejó un muerto y decenas de heridos.
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Fuentes policiales indicaron al portal de noticias Ecuavisa que agentes de dicha entidad revisaron este jueves la zona en donde se produjo la detonación de una camioneta, minutos después de que comenzara a incendiarse, a escasos metros del edificio de oficinas 100 Business Plaza.
La Administración de Donald Trump había calificado el atentado, por el que aún no hay detenidos, como un "descarado ataque terrorista contra el pueblo ecuatoriano", a través de la cuenta en X de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
En dicha plataforma, el gobierno estadounidense declaró "estar listo para apoyar a Ecuador en el enjuiciamiento de los responsables", condenando también los ataques con explosivos que se registraron horas después en los puentes Churute y Mollopongo, en Guayas y Azuay, respectivamente.
Vídeos difundidos por redes sociales captaron el momento de la explosión. Según se aprecia, de repente, frente a varios ciudadanos que se acercaron a grabar y carros que circulaban por la vía, la camioneta fue engullida en un muro de llamas que se levantó más de cinco metros, generando una onda expansiva que destruyó vidrios de edificaciones cercanas.
Dos días después del ataque, la concurrida Av. Joaquín Orrantia, que atraviesa una de las principales zonas comerciales de la ciudad portuaria, permanece cerrada por las autoridades.
El ministro del Interior, John Reimberg, señaló ante medios de comunicación este martes que, a diferencia de anteriores atentados con explosivos ocurridos en la ciudad, como el que en septiembre afectó la fachada de una salsoteca en el centro de Guayaquil, donde se emplearon cilindros de gas, los artefactos usados en este caso fueron fabricados de manera profesional.
El titular de la cartera de Estado referida también indicó en dicha intervención que había otro carro con explosivos en el área afectada, pero que estos no alcanzaron a ser detonados.
Por ahora, el Ejecutivo ecuatoriano no se ha referido a la intervención del FBI en el caso.
Reimberg explicó que el atentado sería una represalia de "Los Lobos" por las operaciones militares desarrolladas en el sector minero de Buenos Aires, provincia de Imbabura, donde el Gobierno ejecutó un operativo de gran escala contra la minería ilegal.
Durante esa intervención, fueron detenidos cinco ciudadanos colombianos y dos ecuatorianas. “Se encontró gente que pertenece al grupo disidente de Oliver Sinisterra, una organización colombiana que ha estado operando dentro de esa minería ilegal”, detalló el ministro.
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Asimismo, edestacó la decisión del Gobierno de Daniel Noboa de ingresar en zonas donde “nunca nadie se había metido” para destruir los campamentos que alimentaban la economía criminal. “Estaba sirviendo no solo a Oliver Sinisterra, sino también a otros grupos delincuenciales del sector”.