A través del Decreto Ejecutivo 115, firmado el pasado viernes 5 de septiembre, el presidente Daniel Noboa oficializó una nueva fase de su plan de reorganización institucional, delegando a los ministerios de Trabajo y de Economía y Finanzas la responsabilidad de definir los sueldos, estatutos y estructuras organizativas de las entidades fusionadas del Ejecutivo.
De acuerdo al Decreto, ambas carteras de Estado aprobarán las nuevas estructuras institucionales de la Función Ejecutiva, así como los cargos, las remuneraciones y los nuevos estatutos orgánicos. Para este proceso, los dos ministerios deberán articular con las demás entidades competentes.
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La medida se enmarca en el plan de eficiencia administrativa anunciado el 24 de julio, que contempla la reducción de ministerios de 20 a 14 y de secretarías de nueve a tres, con el objetivo de optimizar recursos y modernizar la gestión pública.
El nuevo decreto modifica disposiciones anteriores emitidas en 2009, 2016 y 2024, incluyendo el Decreto 245 que establecía que cada entidad debía implementar su propia reestructuración. Ahora, esa atribución pasa directamente a las carteras de Trabajo y Finanzas.
Uno de los cambios más relevantes es la posibilidad de convertir ministerios y secretarías absorbidas en viceministerios, eliminando restricciones legales que impedían esta figura en instituciones con menos de 1.000 servidores públicos.
Además, se suprime la exigencia de autorización presidencial para crear nuevos viceministerios, lo que agiliza el proceso de reorganización y centraliza las decisiones en los ministerios técnicos.