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Artistas ecuatorianos en Paris

miércoles, 17 julio 2019 - 02:35
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Tienen décadas viviendo en la capital gala donde lograron imponer su visión del arte. Retratos de algunos embajadores de la cultura ecuatoriana.
 
Actualmente censados en el consulado general de Ecuador en París hay algo más de 6000 ecuatorianos residentes en Francia, de los cuales más del 80% radican en París. Según Jorge Luis Serrano, agregado cultural en la embajada del Ecuador “por un lado se registra una migración antigua con personas que han formado hogares binacionales desde hace al menos tres décadas. Se trata de gente plenamente integrada a la sociedad francesa y en la mayoría de los casos con doble nacionalidad. Por otro lado hay una migración laboral más reciente parecida a la que se encuentra en España o en Italia, pero mucho menor en número. Adicionalmente hay una importante comunidad de estudiantes ecuatorianos beneficiados del programa de becas vigente hasta hace poco tiempo que se encuentran realizando estudios de posgrado (máster o doctorados). Este grupo es importante numéricamente y es al menos el 50 por ciento de la población registrada, al cual se suman los estudiantes de carreras universitarias en licenciaturas provenientes, en gran medida, del Liceo La Condamine de Quito”.
 
En cuanto a las artes, “la presencia ecuatoriana se evidencia fundamentalmente en el campo de las artes plásticas y del arte contemporáneo, así como de la música con artistas vinculados a conservatorios y espacios académicos, a más de la competitiva escena del jazz y de conciertos de música del mundo. En tercer lugar señalo la literatura, pero con una participación más focalizada y de nicho”, acota el agregado cultural. 
 
Desde algunos años Ecuador es un actor de la vida cultural parisina. En 2016 se realizó la más grande exposición de arte precolombino del Ecuador en Francia en el Musée du Quai Branly. Posteriormente, en 2017 la Biblioteca Nacional de Francia, BNF, realizó una exposición de los Cuadernos de Eduardo Solá Franco que fueron admitidos en su colección. A más de ello la embajada del Ecuador en Paris ya forma parte del FICEP que junto al “Instituto Cervantes” y “La Maison de L'Amerique Latine” son los espacios con los cuáles mantienen una agenda de entre dos y cuatro eventos artísticos y culturales por mes, sean conferencias, conciertos, presentaciones de libros, proyecciones de cine o exposiciones.
 
 
EL DIRECTOR DE LA SEMANA DEL CINE ECUATORIANO - 10 años en París
Jorge Flores Velas - 40 años
Doctor en cine y Audiovisual en la Universidad Nueva Sorbona
 
Jorge llegó a París para realizar un doctorado en la Universidad Nueva Sorbona siguiendo la recomendación de su profesor de maestría en Buenos Aires. Se instaló para quedarse y nunca pensó que pudiera existir un mejor espacio para desarrollar su pasión por el cine. “En el ámbito profesional, mi día a día está dedicado 100% al cine, tengo la suerte de vivir de lo que me gusta ya hace algunos años. Soy docente universitario, director de la Semana de Cine, programador independiente y realizador. El cine ha sido mi pasión desde mi adolescencia. Quien me conoce sabe que mi vida es el cine”, relata el cinéfilo que considera Paris como un lugar de legitimación de cinematografías poco conocidas como la ecuatoriana. 
 
“Tengo la suerte de tener muchos amigos en París. Amigos de barrio, de estudios, de trabajo y, obviamente, los ecuatorianos que siempre están ahí cuando uno quiere hablar de la sociedad y la política nacional. Mis amigos en París reflejan la diversidad cultural de la ciudad, tengo amigos de todo el mundo, de toda edad, de todo estrato social...”.
 
El mayor orgullo de Jorge es haber creado La Semana de Cine Ecuatoriano de París en el 2011 como una necesidad de querer difundir el cine ecuatoriano. “Nuestro mayor logro ha sido la continuidad, en nuestro país nos hemos acostumbrado a iniciar las cosas y no persistir en el tiempo. El festival es una muestra de que esto se puede superar, hemos abierto un espacio permanente para el cine ecuatoriano en la ciudad con mayor oferta cinematográfica del mundo y hemos conseguido ser parte de la agenda cultural oficial de París. Además contamos con un público francés y ecuatoriano fiel”.
“Mis amigos en París reflejan la diversidad cultural de la ciudad, tengo amigos de todo el mundo, de toda edad, de todo estrato social”.
 
LA MÚSICOLOGA - 17 años en París
Helena Recalde - 42 años
Bajista, contrabajista, cantante, compositora y profesora en el conservatorio
 
Luego de terminar sus estudios en Comunicación Social en Ecuador decidió viajar a Francia gracias al apoyo de la Alianza Francesa. “Ellos me permitieron llegar a París para continuar mis estudios y profesionalizarme en la música que hasta ese entonces era una actividad empírica”, recalca la artista que considera que Paris y tan importante como Nueva York en cuanto a excelencia musical. “En Francia realicé amplios estudios de música y así pude obtener diplomas de profesora y de Bajista de jazz y un puesto en el Conservatorio como funcionaria”.
 
Helena se define como una artista adicta a la adrenalina. “Hacer un solo estilo me aburre un poco, siempre estoy buscando nuevas experiencias que me aporten un nuevo saber y por eso cambio del bajo al contrabajo, al canto, a la composición o simplemente acompaño según el proyecto”. Hace poco Helena tuvo la oportunidad de tocar como solista en el Ensemble de Fawuas Baker en la Filarmonica de París además ha podido tocar en varios países con afamados músicos como los de Kora jazz trio y Yemaya la Banda, orquesta femenina de Salsa.
 
Helena vive su pasión entre sus clases en el Conservatorio de Grand Paris Sud, los ensayos, conciertos, grabaciones, viajes... y le gustaría tener más tiempo para componer y sobre todo para dirigir. “Me encanta la dirección de orquesta pero es una actividad a la que por ahora no logro dedicarle tanto tiempo como que quisiera. También me gustaría hacer una gira en América Latina, volver a tocar en África y sobre todo aprender más sobre la música de medio oriente”.
“Francia me ha tratado muy bien. A los franceses siempre les he parecido exótica, alegre, la energía de los ecuatorianos les gusta mucho.  
 
EL ARTISTA VISUAL - 24 años en París
Santiago Reyes - 47 años
Artista que se expresa a través del video, performance, fotos, dibujo y danza
 
“Siempre he sido un poco artista, extraño y diferente”, recalca Santiago quien estuvo dos años en la escuela de Bellas Artes en Cuenca y otras dos en su similar de Quito antes de realizar sus estudios en la Escuela Nacional Superior de Artes de Cergy y en la Escuela de Bellas Artes de Lyon en Francia. “Estaba ávido a percibir y captar todo lo que estaba viendo. Tuve la oportunidad de ser extranjero y de poder aportar muchos interés a mis compañeros de clase y a mis profesores sobre lo que era mi cultura y absorber la suya”, cuenta Santiago que no duda en presentarse personalmente en sus obras. “Lo que presento está muy cerca a lo que vivo, a lo que soy y no solamente en el contexto del arte sino también en lo social, familiar y civil. No me gusta encajar en ningún tipo de definición e intento utilizar cualquier medio que sea necesario para llevar a cabo alguna idea que se me venga a la cabeza”. 
 
Santiago realizó residencias artísticas en Hanói, México, Milán, Paris y Ecuador y varias exposiciones y performances en países tan diversos como Croacia, Tailandia, Alemania, Suiza, México, Colombia, Hungría, Finlandia, Canadá y Gran Bretaña. “Yo soy en donde estoy, absorbo mucho lo que está alrededor mío y trato de participar del lugar que visito”. La obra de Santiago transita entre las poéticas del cuerpo, la apropiación del espacio público e institucional y juega con el vacío y con circunstancias de intercambio en las que el espectador se ve interpelado. En el plano temático, sus obras suelen partir de la referencia a vivencias íntimas y memorias personales, que el artista proyecta y pone a dialogar con el espacio social mediante estrategias de escenificación que dotan a sus obras de una teatralidad manifiesta.
 
Santiago tiene 25 años como artista y no es parte de un sistema de mercado sin embargo su trabajo en el contexto del arte tiene una legitimidad. “Mi trabajo circula en un ritmo calmado, tengo 2 o 3 exposiciones al año. No vivo económicamente del arte porque lo que más me interesa es que no sea un medio de producción de dinero sino de placer, ideas, momentos… No soy comerciante, no soy comunicador, soy artista.”
 
 
 
LA EMPRENDEDORA DE MODA - 12 años en París
Estefania Herrera - 30 años
Publicista, marquetista y administradora de negocios
 
En el distrito 9 de Paris se encuentra “la boutique Èquatorienne”. En el 32 Rue du Faubourg Montmartre, la segunda casa de Estefania Herrera simboliza una explosión de colores y de colecciones tan únicas como creativas. “Acá representamos unos 30 diseñadores ecuatorianos y recibimos sus creaciones cada tres semanas. Mi trabajo consiste en contar el universo de nuestros diseñadores, los materiales que utilizan los artesanos, el tiempo que dedican a cada pieza, es mucho story telling pero es necesario porque cada artículo es único, tiene su historia y obviamente su precio”, cuenta la joven empresaria.
 
A los 18 años Estefania decidió salir para el mundo. Estudió en la Universidad de Navarra, en Pamplona (España) y con una licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas bajo el brazo empezó a viajar hasta llegar a Paris y trabajar tres años en Gogo Fresh Trending, una empresa de exportación de frutas y legumbres. Paralelamente estudió dos maestrías online: una en Marketing Digital y otra en Administración de Negocios y paralelamente impulsó su marca Pelle Paka con bolsos de cuero, marroquinería, y bufandas de lana de alpaca.
 
Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de tener una boutique en París. Al inicio representó a 13 diseñadores ecuatorianos y, a la fecha, ya suman 30. Su idea ahora es apuntar hacia las ventas online para abarcar un mercado más grande teniendo como base administrativa su boutique en Paris. “Casi toda la gente de mi barrio me conoce; soy la ecuatoriana, vienen a tomar un café, a conversar, comprar regalitos originales, modernos y chics”, narra Estefania que regresa una vez al año a Ecuador a visitar a sus padres, su hermana Valentina y todos los diseñadores que representa en la capital de la moda. 
 
Estefania no le tiene miedo al fracaso y se mantiene positiva en cualquier circunstancia. “Si quieres algo, te enfocas y eres persistente, logras lo que sea. Con la boutique cumplí uno de mis muchos sueños y tengo mucho más”.
 
La Boutique Équatorienne cumple tres años el próximo 1 de junio. Empezó como un Pop-Up (una tienda efímera que solo dura un mes). Hoy es un éxito duradero.
 
EL ESCRITOR - 45 años en París
Telmo Herrera - 71 años
Escritor, artista plástico, novelista, director, actor de teatro y cine
 
Telmo siempre quiso vivir en Paris. Todo empezó cuando trabajaba en la Casa de la Cultura de Quito dirigida por Guayasamín. “El pintor tenía excelentes relaciones con el agregado cultural Francés, Claude Demarigny quién creó -en la Alianza Francesa-  el Premio Paris para las artes plásticas. Gracias a él muchos artistas beneficiaron de aquel premio y pudieron viajar a Francia”, acota Telmo que también recuerda al francés Pascal Monod como su mentor en la actividad teatral.
 
Hoy, Telmo es un parisino más, “un electrón libre que tiene la capacidad de hacer y deshacer su tiempo y espacio como a él le conviene”. Estuvo casado con una francesa y con ella tuvieron dos hijos. Todos los días camina por las orillas del Sena desde Bastille hasta la Tour Eiffel y a veces se atreve a montar su bicicleta y salir de la ciudad. Como vive cerca del Louvre, el museo d’Orsay, el Centro Pompidou y museo Picasso los visita con regularidad antes de consagrar como mínimo seis horas a la escritura. 
 
En los últimos cinco años ha estado entre Madrid, Barcelona, Sevilla Paris y la Costa Azul para presentar sus publicaciones y realizar montajes de obras de teatro. Hace base en Paris pero Telmo viaja lo que más puede. “Abre el apetito creativo, la mente se oxigena y el paladar se vuelve más refinado y por lo tanto más exigente”. 
 
Actualmente se alimenta con las poesías de Salinas, las novelas de Salman Rushdie, corrige la novela  “Yolanda, me gusta escribir tu nombre” que posiblemente será editada este año en Sevilla-España y está montando una obra de teatro de Dostoievski (en francés “Le rêve d’un drôle d’homme”).
 
Telmo no le teme a ningún desafío. En Paris actuó en “Bodas de Sangre”, de Lorca en el teatro de Lucernaire y en el 2003  fue “la bestia loca” en la película “Un Titán en el Ring” dirigida por Viviana Cordero en Ecuador. 
 
¿Si Telmo Herrera puede vivir de su oficio? “Sobre todo del teatro, el teatro me ha dado todo. La escritura, mientras no se escriba un BestSeller hay que seguir esperando. Mientras tanto, a dar clases de español se ha dicho, a crear talleres de escritura, a animar grupos teatrales en los colegios o a grupos de gente que quiere aprender las reglas más básicas del teatro... O porque quieren perder el miedo delante de los espectadores”.  
 
“Es agradable recibir premios. A quien no le gusta recibirlos. Los recibo con agrado, por la escritura, por la literatura ecuatoriana, por ser ecuatoriano”.
 
 
EL ADMINISTRADOR - 32 años en París
Nilo Calderón - 50 años 
Comerciante, administrador de negocios
 
Hace 30 años los ecuatorianos migraban a Venezuela o Estados Unidos pero Nilo se atrevió a viajar a Francia cuando no era un destino de moda. “Descubrí una tierra hospitalaria y no tuve ningún problema para trabajar, conseguir préstamos y ganarme la confianza de mis empleadores”, recuerda Nilo que muy rápido se dedicó al negocio de los restaurantes, primero en el distrito decimoséptimo (orilla derecha del río Sena) y luego en el onceavo (barrio de la Bastille). 
 
Al primer local le puso su nombre “De Nilo”, luego el de su madre “De Fanny” y terminó con “Lucerito”, “Sabor Latino” y “Latino & compañía”. “Con el tiempo tuve que buscar locales más grandes y poner platos peruanos y colombianos en la carta tomando en cuenta las comunidades latinas más grandes que viven en Paris”, recalca.
 
¿Los platos más pedidos? “El arroz con menestra y carne, ceviche y encebollado”, contesta el empresario que ofrece servicio continuo a partir del mediodía hasta la medianoche y música en vivo los sábado. “El 80% de mi clientela sigue siendo ecuatoriana y en el restaurante la señora que cocina es de Santo Domigo, mi esposa es manabita y yo soy de Guayaquil”, anota el Vicentino, hijo de Nilo Calderón Lara, campeón de box sudamericano en los 60.
 
Cuando se le pregunta a Nilo qué extraña de Ecuador responde sin vacilar, “mi familia y la comunidad en general. Acá siento el calor de los ecuatorianos el tiempo de una comida pero al final aprendí a vivir en soledad, no me veo envejecer lejos de mi familia.”
 
“Los franceses siempre me dieron la mano pero acá aprendí a vivir en soledad”
 
 
LA ARTISTA SOCIAL - 17 años en París
Estefanía Peñafiel - 40 años
Artista visual, ha construido su trabajo alrededor de la tensión entre lo visible y lo invisible
 
A los 15 años se ganó una beca para estudiar en Canadá y decidió que iba a ser artista fuera del Ecuador. Inició sus estudios de arte en la Universidad Católica de Quito, viajó a Paris sin hablar francés y se inscribió a la Sorbona para aprender el idioma. “Era enseñanza gratuita si conseguía inscribirme en alguna escuela en menos de tres meses. Lo conseguí viendo película, leyendo libros día y noche y escuchando la música de Serge Gainsbourg y George Brassens” (…) “El Municipio de Paris me abrió las puertas. Imagínate que apliqué para poder tener un taller gratuito. Al dejar la carpeta me dijeron que podría esperar hasta 10 años para recibir una respuesta y al año tenía mi taller y podía vivir de mi pasión”, recuerda la artista visual que obtuvo un diploma en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París en el 2007. 
 
Estefanía ha participado en varios programas de  master en Francia y en talleres, residencias y exposiciones colectivas en Ecuador, Líbano, Argelia, India, República Checa… Una galería parisense representa sus obras desde hace siete años pero la mayor parte son difícilmente coleccionables y Estefanía prefiere involucrarse en proyectos con dimensiones sociales como trabajar en colegios de escasos recursos con alumnos migrantes o en un centro siquiátrico dando al espacio y a los pacientes una apertura hacia las artes.
 
Sirviéndose de medios expresivos diversos (instalaciones, videos, objetos, intervenciones in situ, performance), su trabajo explora las relaciones entre la visión y  lo visible, lo invisible y la revelación, las imágenes y la palabra, la memoria y la historia, el punto de vista y los desplazamientos. Todos sus trabajos tiene que ver con la migración, la identidad y el Ecuador como referente cultural en movimiento.
 
Hay un juego de apropiación y subversión en el trabajo de Estefania. “La dimensión plástica incide en una posición política que genera significado”.
 
 
 

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