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En la piel de una heroína histórica

lunes, 22 octubre 2018 - 07:46
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Se define como nómade y pretende moverse por Latinoamérica interpretando personajes. Shany Nadan nació y se crió en Ecuador, es hija de la comunicadora argentina, Giselle Zarlenga; y del empresario israelí, Ori Nadan. Lleva dos años viviendo en Colombia, desarrollando su carrera como actriz. Allí obtuvo su primer protagónico internacional para esta serie histórica co producida entre Caracol TV y Netflix.
 
El papel llega luego de un recorrido que comenzó con su debut a los 18 años, en Ecuador, con “Fanatikada”. También estuvo en “Tres familias” y “Cuatro cuartos”. Los papeles más importantes los hizo en Bogotá en “Tormenta de amor”, “La ley del corazón”,  “2091” y la película “Siete cabezas”. Estuvo audicionando en México y tiene algunos posibles proyectos en Colombia. Pasar unos meses de descanso en Ecuador. 
 
 
En “Bolívar, una lucha admirable”, Nadan, cumplió su sueño de interpretar a Manuela Sáenz. La actriz se preparó para este personaje durante dos años. Desde los primeros rumores del proyecto comenzó a leer sobre la vida de esta patriota quiteña, y su relación con Simón Bolívar. Cuando llegó el proceso de casting, presentó una propuesta y obtuvo el papel. Durante 10 meses viajó por toda Colombia con las grabaciones de la serie, que se estrenará el primer semestre de 2019. 
“Para mí es un sueño cumplido, deseaba mucho este personaje, por la importancia que tiene en nuestro país y por lo olvidado que está. Es una heroína que ha sido sacada de muchos libros, porque en una sociedad patriarcal, no beneficiaba contar lo que esta mujer había hecho o su importancia en la causa patriótica. Fue un reto y una gran responsabilidad”, cuenta Nadan.
 
¿Esa faceta feminista de Sáenz, se ve en la serie?
Esta serie es un 70 por ciento realidad y un 30 por ciento ficción, porque en los libros no se conocen las intimidades de estos personajes. Lo interesante de esta Manuelita es que era distinta a las demás mujeres, se ponía uniforme de hombre para pelear la guerra, era coherente con lo que pensaba y decía. Si la comparas con una mujer del hoy, piensas que es una mujer normal, en esa época no era normal. Ella no era una rebelde sin causa, sino que era una mujer coherente con lo que pensaba, decía y hacía. 
 
¿En qué se basó para construir el personaje?
¿Cómo puedo físicamente representar una mujer del hoy en esa época, sin ser coloquial? Por ejemplo, esta Manuelita toca a la gente, en esa época tú no podías tocar a la gente. Eso lo atribuí yo. La acusaban de lesbiana porque tenía una relación de afecto con su criada y en esa época no podías. La hice una mujer encantadora, porque para haber llegado a ser la mujer de Simón Bolívar y haberse movido en esas esferas políticas e intelectuales con tanta facilidad,   tenía que ser una mujer encantadora. Cuando uno lee sobre ella la describen como una mujer masculina, viril, temperamental, le dan una connotación negativa a su firmeza. Yo dije, no tiene por qué ser una bravucona. Hay una carta específica de Bolívar donde la describe: “Su noble corazón  se desdobla de infantil ternura cuando se lo pides”. Te habla de una Manuela de polos.  
 
 Gran oportunidad. Interpretar a Manuelita Sáenz, fue para Shany Nadan un sueño cumplido.  Esta foto caracterizada la realizó para el casting del personaje. 
 
 
¿Cómo va a impactar este proyecto en su carrera?
Este es el proyecto más grande e internacional que he hecho hasta ahora. Es un protagónico, y es un personaje muy importante en la Historia. Creo que es un proyecto que si le va muy bien, puede abrirme mucho más las puertas al mercado internacional; y que la gente de mi país conozca más de mí, porque en Ecuador no he podido realizar tantos trabajos. Podemos mostrar el talento que hay en el país, porque poca gente conoce el talento ecuatoriano. Lo más importante, es que el personaje de Manuela Sáenz reviva. Fue una feminista maravillosa y un ejemplo para la mujer del hoy. 
 
¿Está preparada para que a partir de este personaje la tomen como un referente para hablar de temas y luchas de la mujer?
Sí, yo me siento preparada. No me he dejado abatir ni condicionar por lo que diga el hombre, ni por una sociedad patriarcal, viviendo en una sociedad muy machista. En el Ecuador, la población aún sigue siendo muy machista. Yo crecí en una familia donde mi papá es israelí; y mi mamá argentina, entonces, mi familia siempre me enseñó la igualdad de género. No había diferencia entre mis hermanos. Para mí, ser mujer no es una condición. Es cierto que tenemos diferencias físicas y biológicas, pero podemos exigir una igualdad en derechos, en trato y en oportunidades. Creo que estamos en buen camino.
 
¿En su carrera sufrió el machismo?
Como artista, siendo mujer, en una sociedad patriarcal fue difícil. La mujer que quiere ser actriz tiene un estigma, que nace desde el machismo. Si a mí me toca besarme  en pantalla con alguien, está mal visto si eres mujer; pero no si eres hombre. Cosas así suceden y que a mí me ha tocado enfrentarlas. Creo que está cambiando gracias a plataformas y a referentes potentes femeninos. Las mujeres estamos pisando más firmes en todos los terrenos. Siento que lo más importante para mí es el empoderamiento mutuo femenino. Muchas veces, las mismas mujeres somos enemigas de las mujeres. El cambio surge de la misma mujer, apoyando a otra mujer.  

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