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Maquinaria especializada, respaldo para una agricultura moderna en Ecuador

Cabinas inteligentes, sistemas GPS e Inteligencia Artificial, son algunas de las tecnologías integradas a la maquinaria agrícola. En el mercado ecuatoriano ya se comercializan, aunque todavía existe una brecha tecnológica en pequeñas y medianas unidades productivas.

La agricultura moderna exige eficiencia para alcanzar una rentabilidad óptima. Aquí juega un papel fundamente la maquinaria especializada, la cual permite reducir costos mediante una mejor aplicación de fertilizantes y agroquímicos y aumentar la capacidad operativa.

Existe una variedad de equipos para las diferentes etapas del proceso agrícola, desde preparar la tierra, sembrar, fertilizar hasta cosechar. Esta diversificación permitió que las ventas de maquinaria agrícola en el Ecuador llegaran a 356 millones de dólares en el 2024, según la Superintendencia de Compañías.

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La tecnología ha sido preponderante para alcanzar una agricultura moderna o de precisión. Los sistemas GPS y GNSS (tecnología satelital), por ejemplo, permiten la navegación automática y guiada de tractores, sembradoras y cosechadoras; mientras que la inteligencia artificial y big data procesan datos históricos para predecir el rendimiento de cultivos o necesidades de mantenimiento de la maquinaria, y sus sistemas de autoaprendizaje ajustan su funcionamiento de acuerdo con las condiciones del terreno.

Santiago Merlo, gerente de maquinaria de Dimagro, detalla que entre las herramientas más avanzadas está la tasa variable que, mediante mapas generados por drones o estudios de suelo, permite a la máquina aplicar la cantidad exacta de fertilizante o agroquímico que necesita cada lote.

“Estas máquinas permiten reducir el uso de mano de obra, acortar los tiempos de operación de tractores y disminuir el uso de combustible. Todo esto se traduce en mayores márgenes de eficiencia y rentabilidad para el productor”, manifiesta.

No obstante, las mejoras también están relacionadas con el diseño y la ergonomía de los equipos. En la actualidad se han creado cabinas inteligentes, climatizadas, con pantallas táctiles, conectividad Bluetooth, controles automatizados, sistemas de seguridad con cámaras 360°, sensores de proximidad, frenado automático ante obstáculos, entre otras innovaciones.

“Las máquinas de hoy han evolucionado mucho, ahora vienen con cabinas con aire acondicionado, sensores inteligentes, sistemas de ahorro de combustible. Todo esto hace que el trabajo sea más cómodo, rápido y eficiente; y lo más importante, ayuda al agricultor a tomar decisiones con información precisa”, dice Julio Paredes, gerente comercial de Dinatek.

Mayor productividad

Patricio Ayala, catedrático de Producción Agropecuaria en el Instituto Superior Tecnológico Carlos Cisneros, considera que la integración de estas tecnologías ha generado un fuerte impacto en el aumento de la productividad agrícola, obteniendo mayores rendimientos por hectárea, incluso en condiciones climáticas adversas.

Por dar un ejemplo, un productor que usa una sembradora con tecnología de precisión puede reducir entre un 20 y 30 por ciento el uso de semillas y fertilizantes, sin perder rendimiento, y además evitar superposición de líneas de siembra.

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“Los productores que adoptan estas tecnologías pueden competir en mercados internacionales, al lograr productos de mejor calidad y menor costo. El uso de drones, inteligencia artificial, análisis de datos y conectividad está creando una agricultura inteligente, conectada y basada en datos”, asegura.

En el agro ecuatoriano ya se utilizan tractores modernos con GPS y piloto automático, así como cosechadoras mecanizadas en cultivos de la Costa, especialmente en Guayas, Los Ríos y El Oro; mientras que, en la Sierra, es más común el uso de drones para monitoreo de cultivos, fumigación de precisión y mapeos de terrenos, debido al tipo de parcelas para los sembríos.

Sin embargo, a decir de Ayala, para pequeños y medianos productores el costo de esta tecnología puede ser elevado. “Para cerrar esa brecha se necesita inversión pública y privada, capacitación técnica, acceso a financiamiento y políticas de asociatividad rural”, agrega.

Los representantes de Dinatek y de Dimagro reconocen que la inversión para este tipo de maquinaria moderna es significativa, pero coinciden en que la misma brinda mayores beneficios para el agricultor en el mediano y largo plazo.

Ante este panorama, ambas compañías ofrecen planes de financiamiento directo para que el productor pueda tecnificarse, y mantienen alianzas con instituciones financieras que brindan créditos al agricultor.

El portafolio de Dinatek lo componen tractores, cosechadoras, arados, rastras, sembradoras, motores estacionarios, entre otros. Los tractores y cosechadoras para arroz y maíz de la marca Lovol son los más demandados. En Dimagro, en cambio, lo más solicitado son los tractores de la marca Landini, especialmente, en el rango de 90 a 110 caballos de fuerza.

Más información en el especial de Maquinaria Pesada de Revista Enfoque

$!Dinatek comercializa tractores, cosechadoras, arados, rastras, sembradoras, entre otros equipos de la marca Lovol.
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