Calificado como "hijo predilecto" de la reina Isabel II, el príncipe Andrés fue visto durante años como un playboy y militar valiente, antes de su caída en desgracia hace seis años.
La cercanía del príncipe Andrés con un supuesto empresario chino, sospechoso de espionaje, es lo que nuevamente relega al polémico Duque de York de participar de las tradicionales festividades navideñas en la residencia real británica.