La Policía levantó como evidencias un arma blanca, un mazo de madera, botellas de licor, pipas artesanales, prendas de vestir y tres teléfonos celulares.
El sospechoso fue detenido el domingo a 650 kilómetros de la escena del crimen, en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, desde donde planeaba regresar a Uruguay con su hijo.
Tras conocer la detención del sospechoso, el ministro ecuatoriano del Interior, John Reimberg, había advertido que no permitirían que ningún hecho quede impune.