Se conocieron más detalles del femicidio que ha estremecido en Tungurahua contra una joven universitaria de 23 años, Alison Juliana Altamirano, cuyo cuerpo fue hallado desmembrado y oculto bajo un colchón en el que, según las investigaciones, estaba acostado uno de los cuatro sospechosos al momento del hallazgo.
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Durante la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos, la Fiscalía General del Estado acusó a Johan Santiago V. M., Steven Leodán D. P., Anderson Alfredo V. M. y Ronald Alexander G. P., por su presunta participación en el delito. La Jueza acogió el pedido fiscal y dictó prisión preventiva para los cuatro procesados, cuyas edades oscilan entre los 18 y 25 años.
La madrugada del 23 de noviembre de 2025, la víctima (estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad Técnica de Ambato) acudió a un domicilio ubicado en el barrio Ferroviario, calle 29 de Abril y España, en el cantón Cevallos, para reunirse con los ahora procesados.
Según la investigación, Johan Santiago V. M. habría insistido para que la víctima acudiera a Cevallos, gestionando incluso su traslado en taxi. En el lugar, los involucrados habrían consumido alcohol, cocaína y éxtasis.
Tras quedar la víctima dormida, los procesados presuntamente intentaron agredirla sexualmente y después la habrían asfixiado, para luego desmembrarla parcialmente.
Las diligencias señalan que habrían intentado ocultar y eliminar evidencias: limpiaron la escena, se cambiaron de ropa y cubrieron el cuerpo con un colchón.
El hecho se conoció mediante una alerta al ECU 9-1-1. La madre de uno de los procesados hizo la llamada luego de que su hijo le dijera que “había hecho algo malo”.
Tras autorizar el ingreso al inmueble, en el segundo piso del domicilio los servidores policiales encontraron a Ronald Alexander G. P. durmiendo sobre un colchón, debajo del cual se localizó el cuerpo sin vida de Alison.
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Al sitio también acudieron unidades especializadas de la Dinased, Criminalística y DGI, que desarrollaron el procedimiento con el fiscal de turno. Mientras que, el cuerpo de la víctima fue trasladado al Centro Forense para los exámenes correspondientes.
“Ella sufrió mucho. La han querido degollar, porque ahí están las muestras. Es inhumano, parece que quisieron desaparecer en pedazos a mi sobrina”, lamentó Marcial Poveda, tío de la víctima, quien, junto a toda la familia, exige justicia.
En la audiencia, la Fiscalía fundamentó el inicio del proceso penal con los elementos de convicción recabados en las primeras horas de la investigación, entre ellos: el informe policial informativo y de levantamiento del cadáver; la autopsia médico-legal, que determinó una muerte violenta por asfixia mecánica por obstrucción de los orificios de respiración; exámenes de reconocimiento médico de los cuatro implicados; y muestras biológicas tanto de la víctima como de los ahora procesados.
Entre las evidencias constan: prendas de vestir con máculas de sangre, un arma blanca y un mazo de madera con rastros hemáticos, cuatro teléfonos móviles, botellas de licor y piezas de consumo de drogas.
La Fiscalía investiga el caso bajo la tipificación de femicidio, mientras que la jueza dispuso el inicio de la instrucción fiscal por un plazo de treinta días.