La verdadera historia del héroe niño Abdón Calderón
La historia del héroe niño Abdón Calderón plasmada en el libro "Leyendas del tiempo heroico" de Manuel J. Calle, con el fin de fomentar el civismo en los niños, narra de forma exagerada la lucha de Calderón en medio del fragor del hito independentista de la Batalla librada en las faldas del volcán que domina Quito, el 24 de mayo de 1822, bajo el mando del general Antonio José de Sucre.
Según el relato de Manuel J. Calle, crítico, sociólogo, político, periodista, articulista, escritor e historiador ecuatoriano, Calderón fue herido mortalmente "silba una bala y le rompe el brazo derecho. Silba otra bala y le rompe el brazo izquierdo. ¡Viva la República!, grita el heroico adolescente y siempre en pie, corre con la espada en los dientes". A su vez, menciona que la muerte del niño héroe fue el mismo día de la batalla, 24 de mayo de 1822.
Este relato fue tomado como un hecho histórico, enseñando en todas las escuelas del Ecuador durante el siglo XX. Sin embargo, con los años los profesores y estudiantes aprenderían que esta narración no era real, o al menos estaba mal contada. Y que Abdón Calderón no murió durante la batalla, sino un 7 de junio de 1822, agonizando durante 14 días.
Según los investigadores Víctor Hugo Arellano Paredes y Mariano Sánchez Bravo que hallaron el acta de defunción del héroe, en la que se especifica que Calderón falleció en casa del Dr. José Félix Valdivieso el 7 de junio de 1822 y que al día siguiente su cadáver fue sepultado en la iglesia del Convento Máximo de San Nicolás de Quito.
Melvin Hoyos, historiador ecuatoriano, confirma que el relato dictado en el libro de Calle, presenta exageración y corrobora la información mencionada por los investigadores Víctor Paredes y Mariano Sánchez.
Abdón Calderón y Garaycoa nació en Cuenca el 31 de julio de 1804. Al quedar huérfano con solo 16 años de edad, se enroló en el batallón Voluntarios de la Patria. Rápidamente, a los 17 años ascendió a teniente.
El 24 de mayo en la denominada Batalla Del Pichincha. Abdón Calderón recibiría cuatro heridas mortales, negándose a abandonar el combate. Elogiado por su heroísmo y valor, Simón Bolívar, lo ascendió de manera póstuma a capitán.
