El Gobierno activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional durante la tarde de este lunes con el objetivo de coordinar acciones urgentes ante la emergencia por el deslizamiento que afectó el suministro de agua en varias parroquias de Quito.
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La vicepresidenta de la República, María José Pinto, lidera la gestión logística para garantizar un adecuado abastecimiento del recurso mediante tanqueros, así como la recolección de ayuda humanitaria. Así lo informó la ministra de Energía, Inés Manzano.
En un comunicado difundido a través de redes sociales, el Ejecutivo aseveró que la activación del COE Nacional, en la ciudadela Ibarra, se dispuso “ante la falta de atención por parte del Municipio frente a la emergencia hídrica”.
La Presidencia agregó que, por el momento, se han desplegado tanqueros de agua, repartido kits de alimentación e implementado tres plantas potabilizadoras en puntos estratégicos.
“Tienen capacidad de producir hasta 11 mil litros de agua por hora”, detalló la portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, este lunes. Agregó que las plantas incluyen sistemas de succión, filtros de arena, un sistema de cloración y tanques de almacenamiento.
El ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y vicepresidente del COE Nacional, Roberto Luque, dio a conocer que se llevará a cabo un despliegue en la zona afectada para diagnosticar con mayor precisión el problema y mejorar la coordinación con entes competentes.
Por otro lado, el Ministerio de Educación seleccionó unidades educativas consideradas como estratégicas que pueden ser utilizadas como centros de acopio, en apoyo a la atención de la emergencia.
En la reunión de emergencia del COE Nacional estuvieron presentes, entre otras autoridades, los ministros de Defensa, Gian Carlo Loffredo; del Interior, John Reimberg; y del Ambiente, María Luisa Cruz.
Son seis parroquias, que representan más de 88.000 hogares, las que no tienen el elemento vital. Por ello, el Municipio dispuso 60 tanqueros, cinco hidrantes, cuatro cisternas inflables y dos puntos fijos para proveer de agua potable.
No obstante, en su rueda de prensa semanal, Jaramillo manifestó que ha habido “problemas de gestión” por parte del Municipio en el soporte de las familias que están sin agua desde la semana pasada debido a la rotura de una tubería.
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Eso llevó al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, a cuestionar el “doble rasero” con el que se miden las catástrofes ambientales y recordó que el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en la Amazonía está suspendido debido a las intensas lluvias al igual que la tubería de agua del sistema Mica-Quito Sur.
“Cuando se rompe el oleoducto es evento de la naturaleza, pero cuando aquí se rompe una tubería es mala gestión, qué falta de humanidad querer politizar el momento”, dijo el alcalde quiteño.