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La "nomofobia", un mal contemporáneo

miércoles, 30 marzo 2016 - 02:29
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¿Sale de su casa y al notar que no trae el celular entra en pánico? ¿Lo estresa la posibilidad de quedarse sin batería? ¿Se despierta en la madrugada a mirar si tiene alguna notificación? ¿Siente ansiedad si no puede consultar su teléfono? Si estas situaciones le resultan familiares o se identifica con ellas, quizá tenga un problema que se llama "nomofobia".
 
La nomofobia es el miedo o angustia que produce estar sin el teléfono celular. De acuerdo a un artículo del International Business Times, se trata de la ansiedad que se siente al no tener cobertura, quedarse sin batería, no llevar el teléfono o simplemente, no poder recibir notificaciones, según recoge el medio digital español Yorokobu en un reportaje sobre el tema. 
 
Nomophobia (acrónimo de no-mobile-phone-phobia) apareció por primera vez en una encuesta realizaba por el servicio postal del Reino Unido en la que se concluía que el 53% de los usuarios británicos de teléfonos móviles sufrían este problema. Un estudio, cuatro años más tarde, de la consultora One Poll aumentó esta cifra hasta el 66%.
 
De acuerdo a un trabajo publicado por la Universidad del Estado de Iowa, se clasifica a la nomofobia como fobia en general y fobia situacional. Las fobias situacionales, como explica el estudio, son uno de los cuatro tipos de aversiones que se recogen en la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). 
 
Según esta "biblia" psiquiátrica, una fobia situacional se manifiesta cuando una circunstancia produce un miedo irracional que provoca angustia, estrés o ansiedad. Por ejemplo, una persona con miedo a volar, empezará a sufrir estos síntomas tan solo con pensar en un viaje próximo. Así, una persona con nomofobia, comenzaría a sentir este temor descabellado ante la imposibilidad de usar el teléfono. Y si ese momento llega a producirse, el estrés y la ansiedad empezarían a campar incontroladamente.
 
Desde el punto de vista clínico, para hablar de una adicción, a nivel general, hay que manejar diferentes variables. La frecuencia, duración e intensidad de un comportamiento es lo que marca la existencia de una patología.  "Además de estos tres factores hay que tener en cuenta las interferencias que se derivan de ellos, es decir, qué consecuencias supone ese comportamiento a nivel laboral, económico, social y familiar", explica el psicólogo Guillermo Blanco.

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