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“Me arrepiento de no haber cancelado esta payasada”

sábado, 13 octubre 2018 - 08:14
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Justin Perry, ex gerente del que se dijo que era la mayor inversión privada de la historia en el país, da su verdad sobre lo que realmente encerró el proyecto Red Tech en Yachay.
 
Agitado y algo atrasado. Justin Perry llega a una hostería a las afueras de Quito para la entrevista. Se disculpa y pide unos minutos para acomodarse. Afuera, su esposa y su hijo recién nacido lo esperan en el vehículo; ese día se alojarán en ese sitio donde pasar una noche, en promedio, cuesta 150 dólares. Pocos días después viajarían fuera del país para no volver, “por ahora”.
 
Perry fue parte de los involucrados en la presentación del megaproyecto de 3.000 millones de dólares, anunciado en Yachay el 14 de febrero del año pasado. “Me arrepiento de no haber cancelado toda esa payasada en ese momento”, señala este ‘gringo’, como se llamó él mismo en el evento.
 
Perry renunció casi un mes después de esa presentación al entender que su socio, Raúl Molina, no tenía intención de invertir en la empresa, y cansado de poner recursos en un proyecto que fue manoseado, dice, por funcionarios del sector público que participaron en el proceso. Cinco días después del evento se realizó la primera vuelta electoral en Ecuador. ¿Tenía relación con esto? “Claro, era muy obvio”, asegura Perry.
 
En el evento René Ramírez dijo que usted aseguró que Tesla iba a colaborar…
 
Justo antes de eso René, que estaba sentado a mi lado, me pregunta “¿Puedo decir Tesla?”. Le dije que podía decir que usamos sus patentes abiertas, pero que tenga cuidado en cómo lo dice. Pero cuando sube dijo “Justin me dice que van a compartir tecnología de Tesla”, de una manera muy ambigua, y no era correcto eso.
 
¿Cree que fue coincidencia que lo haya nombrado a usted y no a Raúl Molina?
 
Me da la impresión de que Raúl les dijo que yo era inversionista de Tesla. No es por aparentar sino para aclarar pero mi familia tiene un patrimonio superior a 1.000 millones de dólares. Y si querían aprovechar mi presencia, por qué no mencionaron eso. Es muy raro.   
 
¿Por qué constituyeron la empresa cuatro días antes de la presentación en Yachay?
 
Estábamos en eso. En una reunión antes del lanzamiento, ellos nos dijeron que se iban a encargar de acelerar el trámite (según Perry, en esa reunión estuvo René Ramírez, de Senescyt; Héctor Rodríguez y Ricardo André, de Yachay; Hernán Núñez, del IEPI; además de Raúl Molina y dos ingenieros) Allí también me dijeron que tenía que ir el lunes a Ipiales (Colombia) a renovar mi visa en Ecuador. Fue un error, no debí dejarlos solos porque hicieron cambios a lo acordado.
 
¿Qué cambios?
 
Quedamos en firmar un acuerdo simbólico para ocupar 400 hectáreas en Yachay, con un arriendo de 900 dólares por mes, pero minutos antes de la presentación el 14 de febrero me enseñaron un contrato por un millón de dólares mensuales. En enero yo le había enseñado a Raúl mis cuentas bancarias con esa cantidad, y recuerdo que él me insistió varias veces que ponga ese millón.
 
¿Qué hizo cuando vio eso?
 
Héctor (Rodríguez) nos dijo que no iba a notarizar el contrato, que firmemos como un acto simbólico y luego renegociamos. Querían poner un arriendo alto que se descuente con la inversión. Por eso antes de la presentación, cuando supe que el Presidente no iba a asistir, dije que canceláramos todo, y Héctor, en su desesperación, nos dijo incluso que podíamos ser los Administradores de Yachay.
 
Después de la presentación, José Luis Camere, quien es de la empresa HP, envió un correo felicitando a Raúl, pero creo que no se dieron cuenta de las implicaciones, es decir, que el Gobierno había dado la obvia impresión de que HP invertiría, y que Raúl había firmado el contrato como representante de HP. Ellos solo sabían que Raúl tenía este emprendimiento de autos eléctricos, y que quería que ellos sean un sponsor para darle un poco de nivel al emprendimiento, pero HP nunca firmó una carta de representación, a pesar de que Yachay insistió en eso.
 
¿Pero cómo aparece Tesla y por qué se incluye su nombre en la razón social de la compañía?
 
Raul había registrado ese nombre en la Superintendencia de Compañías (Industria Tecnológica Red Tech Nikteslacorp), pero para mí era una estupidez ponerlo. El tema es que ese lunes me fui a Ipiales (frontera con Ecuador) para lo de la visa y teníamos que ir a la notaría a registrarla. Yo les dije que aplacemos la presentación, que teníamos un nombre que no servía.
 
¿Pero por qué Tesla?
 
Raúl había hablado de esa empresa, de que usaríamos sus patentes abiertas. En los audios que él enviaba hablaba de empresas norteamericanas que venían a invertir, yo lo interpretaba como algo general, pero me arrepiento de no haberle preguntado exactamente.
 
¿Por qué no lo aclaró? 
 
Ahí es donde viene esa sensación de compromiso. Hicieron muchas gestiones para arreglar mi visa, pensé que quizá me iban a echar del país… Creí que mejor era dejarles que hagan su presentación de propaganda y nosotros solo trabajar. Se tuvo que decir que era una inversión inicial de 25 millones y que si todo salía bien en unos años podía instalarse una fábrica. Ahora me arrepiento de no haberlo aclarado, de no haber cancelado toda esta payasada. Es que en esa época Raúl (Molina) aseguraba que tenía inversionistas de diversas nacionalidades.
 
Pero en un chat con Ricardo André, él le ofrece el avión presidencial para visitar a los inversionistas, y usted dice que algunos de ellos sí se pueden reunir, pero otros nunca se juntan con políticos. ¿Qué quiso decir?
 
Hablaba de inversionistas de capital de riesgo a los que pensé proponer el proyecto. Íbamos a ir a EE.UU. para la inversión inicial, que era de 25 a 250 millones de dólares. Pero les aclaré que si no estábamos listos, es decir, sin prototipo y sin compromiso del Gobierno de dar incentivos y cambiar reglamentos para facilitar el ingreso de capital de riesgo, perdía mi credibilidad con los inversores.
El ex Presidente Rafael Correa habló de un Consorcio Tesla-HP…
 
¡Ni para mentir sirven! Vimos ese conversatorio y dijimos “¿Qué dijo? ¿Un consorcio de Tesla y HP?” (NdR: Días después de la presentación, el ex Presidente Rafael Correa señaló que Red Tech era un consorcio formado por Hewlett-Packard y Tesla para producir, en cinco años, carros eléctricos en Ecuador).
 
Esto fue poco antes de las elecciones. ¿Qué pensó?
 
Pensaba en cómo hacer control de este daño. Mi papá me mandó un correo diciéndome que retire mi inversión porque nunca iba a recuperar mi dinero. Al final invertimos casi 83 mil dólares.
 
¿La presentación del proyecto tenía relación con las elecciones?
 
Claro, era muy obvio. Les preocupaba más eso que el proyecto. Nunca hicieron caso a las hojas de ruta.
 
¿Qué decía Raúl Molina?
 
Él lo pintaba como que era pan comido. Su estrategia era ‘poner la soga al cuello’ al Gobierno, la idea era que las negociaciones sean promesa de campaña, y luego me percaté que así quería lograr que el mismo Gobierno financie. Raúl dijo que me ponga a trabajar en el prototipo y que él se encargaba de los medios. Entonces dije: “Chévere, porque yo no tengo nada que ver con HP y Tesla; esas son tus cosas, encárgate”.
 
¿Raúl no puso un dólar?
 
No, yo les adelanté dinero a los ingenieros para que se trasladen hasta Yachay. No dudaba de Raúl porque daba una imagen de un estilo de vida bastante exitosa: vivía en Europa, manejaba un Audi, me mandaba fotos de un Picasso que vendería para financiar el proyecto…
 
¿Cuándo se dio cuenta de que era el único inversionista?
 
En marzo. Raúl y yo íbamos hacia Quito, la empresa no progresaba, los ingenieros estaban descontentos, no teníamos infraestructura, estábamos sangrando plata, todo de mi bolsillo, y Raúl me dice que él no podía invertir porque su esposa no lo deja, que ya había invertido en otros proyectos que no salieron y que ya no le permitía. No me parecía una respuesta apropiada, ya que salimos a dar la cara al país, a prometer una inversión extraordinaria y ahora él no podía invertir. 
 
Unos días después decidí retirarme. Raúl me reclamó, me pintaba ante el equipo como irresponsable. Recuerdo que di 2.000 dólares para que retiraran unas baterías de litio para el auto, pero como al poco tiempo me fui, le dije a uno de los ingenieros que use ese dinero para traer a su familia de Venezuela. Pero luego Raúl le pidió ese dinero, y como no lo tenían, empezaron las amenazas contra los ingenieros y hacia mí.
 
¿Qué tipo de amenazas?
 
Que cancelarían mi visa, que debía salir del país pues estaría ilegal…
 
¿Ha tenido contacto con el actual Gobierno?
 
Tuve contacto con el actual equipo de Yachay EP, y con Jorge Martínez, actual gerente, quien está al tanto. Además le envié por email una carta a Jorge Ponce Arteta, gerente Técnico de Yachay, el 12 de septiembre del año pasado (horas antes de la visita de Lenín Moreno a Yachay), para que se la hagan llegar al Presidente. No sé si esto finalmente sucedió.
 
¿Qué balance hace de todo esto?
 
Fue muy desafortunado porque podríamos haber hecho algo muy especial. Yo no lucré de este proyecto, no recibí dinero del Estado; de hecho perdí más de 80 mil dólares. Tampoco estaba buscando publicidad. No soy de andar fanfarroneando, no es mi estilo. Mi motivación era participar en un cambio, y vi en este proyecto una oportunidad para crear algo especial.
 
 
 
 

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