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Deudas y nuevos competidores ¿es Netflix un negocio sostenible?

miércoles, 17 julio 2019 - 04:14
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Netflix es parte de un selecto grupo a la vanguardia del consumo por Internet. Su sostenido crecimiento en la bolsa de valores ha hecho que forme parte de los FAANG, formado por Facebook, Amazon, Apple y Google, empresas cuyas acciones son oro en el mercado bursátil. Todas creciendo, todas dominando. Pero para alcanzar esa posición hay que hacer cambios e inversiones.
 
En los últimos años, la inversión en producción de contenido original ha conducido a Netflix a gastar más de lo que gana con sus suscripciones, necesitando adquirir deudas para mantener el ritmo.
 
La empresa, que entre 1998 y 2006 rentaba DVDs y casetes por correo postal a su grupo de suscriptores, revolucionó el mercado en 2007 cuando se propuso ofrecer televisión online. Una página web y una sola suscripción para encontrarlo todo: películas, series, documentales, cortos, todo a la mano del internauta. Ya para 2011, Netflix no era solo un fenómeno en Estados Unidos, sino una compañía global.
 
Para 2016, ya llegaba a 190 países. Sin embargo, fue en 2013 cuando empezó a desvelar un cambio en su modelo de negocios. Mientras por años se encargó de la distribución de productos de otros, en 2013 empezó a lanzar contenido original. Series como “House of Cards” y “Orange is the New Black” cuentan entre sus creaciones más aclamadas.
 
Desde entonces, ha seguido desarrollando contenidos que le han valido reconocimiento al más alto nivel: este año, Netflix tuvo un éxito sin precedentes, con 14 nominaciones a los premios Oscar para sus producciones originales, de los que finalmente se llevó cuatro estatuillas.
 
 
En una publicación de la revista Harvard Business Review, los académicos Michael Smith y Rahul Telang, de la Universidad Carnegie Mellon, explican que parte del éxito de Netflix está en su poder de vender en combo. Es decir, poder vender una gran cantidad de opciones bajo una sola suscripción. Los investigadores señalan que no todos los usuarios están dispuestos a pagar el mismo valor por una película, pero eso pierde importancia cuando se venden en grupo. Así se puede buscar un valor promedio que el suscriptor quiera pagar para tener acceso a aquello que le emociona ver y lo que no.
 
Entonces, parte del negocio está en captar la atención. Este año y el anterior sin duda han sido especialmente buenos para eso. Series como “La Casa de Papel” y “Stranger Things”, junto con películas como “Roma”, han mantenido a la audiencia fiel al servicio online. Sin embargo, producir estos éxitos de la industria del entretenimiento cuesta dinero y la empresa lleva un par de años invirtiendo en producir contenido más de lo que gana con sus suscripciones. Esta realidad no causa alarma, pero sí ha despertado preocupaciones sobre la sostenibilidad del negocio, especialmente con la incorporación de nueva competencia.
 
Netflix sigue siendo una empresa que sorprende con su crecimiento. En su reporte de operaciones del primer trimestre del año, se estimó que de enero a marzo de 2019 tuvieron ingresos brutos de 4.5 mil millones de dólares, cifra que supera los valores que registraron en los últimos cinco trimestres. Solo el año anterior, la empresa registró 16 mil millones en ingresos, 35 por ciento más que el año anterior. Y el número de suscriptores sigue creciendo: en los primeros tres meses de 2019, Netflix ganó 9.6 millones de nuevos suscriptores, llegando a un total de 148.8 millones a nivel mundial. Es decir, cada vez más gente se adhiere a su propuesta.
 
 
Sin embargo, los gastos de la compañía también crecen rápidamente. En octubre del año anterior, Netflix anunció que lanzaría al mercado títulos de deuda por 2.000 millones de dólares. Según publicaciones como Vanity Fair y The New York Times, esa deuda se sumaría a una deuda de largo plazo que supera los 8.000 millones de dólares. El profesor de finanzas Aswath Damodaran, de la Universidad de Nueva York, considera que el modelo de negocios de la empresa es insostenible. En un análisis publicado en su sitio personal, Damodaran menciona que en 2017 Netflix gastó más de 6.000 millones de dólares solo en producción de contenido original, cifra que lo pone en competencia con productores como NBC Universal, Fox, Time Warner y Disney. A esto hay que sumarle lo que gasta por los derechos de los programas que no produce directamente y el costo de mantener una operación global.
 
En una carta de los inversionistas publicada en octubre del año anterior, los directivos de Netflix reconocen que hay un creciente déficit en sus cuentas, pero explican que las inversiones que se hacen actualmente ayudarán a mantener los ingresos y ganancias operativas en  el futuro. Con este panorama de deuda para generar crecimiento, una de las grandes preocupaciones es la presión que ejercen los nuevos competidores, que ya han visto el potencial del mercado de la televisión online y tienen más recursos para gastar. Entre ellos están Disney que ya anunció la creación de su servicio online, Time Warner (dueña de HBO), Hulu (cuyos dueños son Disney y Comcast), Apple, Amazon (con Amazon Prime Video) y Google (dueña de YouTube). Para Damodaran, la mejor oportunidad de Netflix para seguir en lo alto del mercado es conseguir un equilibrio en sus gastos de producción. No obstante, hasta que ese momento llegue, él considera que es mejor ser suscriptor del servicio que ser uno de sus inversionistas.
 

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