Con la eliminación de tabla de drogas y la nueva ley, ¿cómo se diferenciará entre el consumidor y el traficante?
Con la aprobación de la Ley Orgánica de Solidaridad Nacional se cambia la forma de determinar si las sustancias estupefacientes o psicotrópicas son para consumo personal o destinadas al tráfico ilícito. Sin embargo, existen varias respuestas inconclusas en lo que respecta a este primer propósito.
Un cambio de forma y no de fondo, así es como el doctor Fernando Maldonado, docente de farmacología y de medicina comunitaria de la Universidad Central del Ecuador y coordinador de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, capítulo Ecuador, observa las modificaciones incluidas para el consumidor de sustancias estupefacientes o psicotrópicas en la Ley Orgánica de Solidaridad Nacional.
La Ley Orgánica, incluida en el Registro Oficial en junio del 2025, establece medidas legales y fiscales para combatir el financiamiento de las mafias, proteger a la población civil, fortalecer las fuerzas del orden y reactivar económicamente las zonas afectadas por la violencia.
Con su aprobación, se reforma el Código Orgánico Integral Penal del artículo 220 que indica que “El fiscal o juez competente diferenciará y determinará, si las sustancias estupefacientes o psicotrópicas son para consumo personal o destinadas al tráfico ilícito. La tenencia o posesión de sustancias estupefacientes o psicotrópicas para uso o consumo personal, debidamente probado y conforme a lo establecido en el artículo 228 de este Código, no será punible. En ningún caso se presumirá el consumo, debiéndose realizar pericias toxicológicas y/o psicológicas, previo a emitirse la decisión o informe que corresponda. El Estado diseñará planes, programas o proyectos destinados a atender y rehabilitar adicciones.”
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Con respecto a este último punto, Fernando Maldonado considera que el consumo de drogas en el país es un tema multifactorial y aún tiene muchas aristas por abordar.
¿Vuelve la tabla de drogas?
El artículo 228 de la Ley Orgánica de Solidaridad Nacional indica que “Los parámetros para determinar la tenencia o posesión de sustancias estupefacientes, psicotrópicas o preparados que las contengan, destinadas al consumo personal, se determinará y actualizará mediante una resolución conjunta entre el Ministerio de Salud Pública, Fiscalía General del Estado y Consejo de la Judicatura”.
En ese sentido el docente de la Universidad Central del Ecuador afirma que este artículo habla de “parámetros para determinar el uso de estas sustancias”, sin embargo, no menciona cuáles son esos parámetros, indicando que éstos podrían ser absolutamente discrecionales.
Ante una reintroducción de la pasada tabla de drogas en una entrevista radial el ministro de Gobierno José de la Gasca negó esta posibilidad y aseguró que “la tabla de drogas está muerta”. También recordó que de acuerdo con la constitución del 2008, los asuntos y problemas de drogadicción son un problema de salud pública, establecidos antes del Código Orgánico Integral Penal. Luego, el 24 de noviembre del 2023 el presidente Daniel Noboa derogó la tabla de drogas, pero la disposición legal quedó en el Código Orgánico Integral Penal, indicó de la Gasca.
Mayor consumo interno de droga
Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), en el tráfico para consumo interno en 2023, se incautaron a nivel nacional 17,6 toneladas de drogas -entre clorhidrato de cocaína, pasta base de cocaína, heroína y marihuana, siendo la marihuana la de mayor consumo (14.7 toneladas).
El aumento del consumo interno para Maldonado es preocupante. No obstante, el experto hace énfasis en que no existe una causalidad directa entre la eliminación de la tabla y el aumento del tráfico interno, sino que hubo un cambio en las políticas mafiosas de grupos de narcotráfico que empezaron a pagar ya no con dinero, sino con droga.
Por otro lado, desde el ámbito del consumidor, Fernando Maldonado considera que esta medida podría llegar a criminalizar un problema de salud pública, el cual tiene que ir de la mano de una política clara para enfrentar este problema, no solo desde el área de salud, sino también en otras áreas como la educación.
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