Ecuadólar ¿Cómo funcionaría?
El correísmo ha sido crítico con la dolarización porque es una camisa de fuerza parala administración pública que limita el gasto y el populismo. La dolarización evidencia que noes suficiente la voluntad política (y abundante impresión de billetes) para alcanzar los objetivos sociales y económicos. La dolarización (y todo dinero sano), hace que esos objetivos solo se consigan a través de inversión y generación real de riqueza; que los gobiernos tengan que cobrar impuestos antes de gastar. Ahora, el candidato a la Vicepresidencia por el binomio correísta, Andrés Arauz, encontró una manera de librarse de esta camisa de fuerza. Te explico.
Su propuesta es la “generación de medios de pago electrónicos, un dinero digital de banca central ecuatoriana que permita aprovechara la dolarización, pero con medios de pago domésticos, soberanos... Una especie de convertibilidad electrónica donde más bien los dólares sean absorbidos y puedan ser utilizados para pagos internacionales. El utilizar billetes dólares para pagos nacionales es extremadamente ineficiente y reduce las oportunidades de comercio internacional”. ¿Qué significa?
Primero, que los dólares verdaderos serían incautados por el Banco Central, quien administraría toda transferencia con el exterior. Esto implica, que el gobierno decidirá qué pagos son prioritarios y limitará el comercio internacional en base con sus prioridades (habrá que pedir permiso para enviar dinero a un hijo que estudia en el exterior y cualquier compra en el exterior). Un esquema similar al Cadivi venezolano, mecanismo para beneficiar a los amigos del Régimen.
Segundo, a nivel local se usarían ecuadólares (que pueden emitirse ilimitadamente). Se trataría de una convertibilidad como la que fracasó en Argentina. Explica Arauz: “No una convertibilidad de vieja usanza, sino que una ‘ecuadolarización’ con medios electrónicos y, además, con una política muy activa en la administración de balanza de pagos para evitar la fuga de capitales que en Ecuador es crónica”. El problema con la convertibilidad es que es una promesa que ningún gobierno puede cumplir: defender un tipo de cambio fijo entre dos monedas (Ecuadólares y el dólar norteamericano). La moneda mala expulsará a la buena (Ley de Gresham).
La “cereza sobre el pastel” de este “innovador” manejo monetario es que Ecuador también adoptaría una unidad monetaria regional, “El Sur”. Es la iniciativa liderada por Brasil y Argentina, países con un pobre historial de sus propias monedas, que ahora quieren manejar las del resto de países de la región. La dolarización estará en riesgo hasta que eliminemos definitivamente el Banco Central, así nadie se pueda meter con nuestros dólares.
