Especial: Empresas que más aportan a los ODS.
La pandemia, los conflictos armados, el cambio climático y la profundización de las desigualdades económicas y sociales han empeorado el escenario de la meta del ODS 2, que busca eliminar el hambre en el mundo para el año 2030.
En 2019, las personas afectadas por el hambre eran el 7.5 % de la población mundial, pero la cifra aumentó al 9.1 % en 2023 y se estima que más de 600 millones de personas la enfrentarán para 2030.
Las repercusiones son severas y generan un círculo vicioso. El hambre y la malnutrición (carencia o exceso en la ingesta de nutrientes) se traducen en individuos menos productivos, más propensos a la enfermedades e imposibilitados de mejorar sus medios de subsistencia, señala la doctora Karina Pazmiño, directora de la Escuela de Nutrición de la UIDE.
Además, agrega que “crean una trampa de la que las personas no pueden escapar”. Pese a la magnitud del desafío, a nivel local e internacional hay valiosas iniciativas que se emprenden desde el sector privado para contribuir con el ODS Hambre Cero.
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En el año 2024, Corporación Favorita entregó más de 10 millones de raciones de alimentos a personas vulnerables en todo el Ecuador, trabajando en conjunto con 10 bancos de alimentos a nivel nacional. “En lo que va del 2025 hemos donado más de 4.5 millones de raciones”, acota Martin Vasconez, subgerente de sostenibilidad. Agrega que también se enfocan en combatir la Desnutrición Crónica Infantil (DCI). Junto con REDNI trabajan con 500 madres en poblaciones en las que esta condición tiene una prevalencia de casi el 50 %.
Madres gestantes y niños menores de dos años son quienes reciben kits de alimentación, guía nutricional, alimentación complementaria, consultas médicas y acompañamiento, abordando el problema desde una perspectiva multifocal que va desde los temas de alimentación hasta los afectivos. Con estos proyectos, los casos de DCI disminuyeron de 50 al 8 % en los niños particpantes de los programas.
Una misma iniciativa puede impactar el desarrollo sostenible en varias dimensiones. En TIA buscan la revalorización de productos que salen del círculo comercial, pero que son aptos para el consumo o el uso. Con 210 aliados, que han demostrado capacidad logística para gestionar y distribuir los productos de forma inmediata y eficiente, donan productos bajo una estrategia estructurada que enlaza los criterios sociales, ambientales y económicos.
Pero la malnutrición involucra el exceso de consumo de alimentos, que puede provocar enfermedades como obesidad y diabetes. Andrés Wong, jefe de Sustentabilidad de Región LatinCentro de Grupo Bimbo, indica que en Ecuador uno de los principales desafíos es la falta de acceso a una alimentación balanceada, especialmente en comunidades vulnerables. Para disminuirlo, cuentan con programas como ‘Buen Vecino’ y ‘Barrigas contentas, corazones llenos’.
También los hábitos alimentarios poco saludables como obstáculos significativos. Por ello, desarrollaron productos que más allá del elemento sabor, cuenten con los mejores perfiles nutricionales e ingredientes naturales. “La nutrición, transparencia, calidad e inocuidad alimentaria son fundamentales”, dice. Al menos la mitad del sus ventas cuenta con una certificación de nutrición positiva, como aval de los contenidos nutricionales de sus productos.