La cineasta ecuatoriana Ana Cristina Barragán marcó un hito para el cine nacional al recibir el Premio Orizzonti al Mejor Guion en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Venecia, por su película "Hiedra".
Es la primera vez que una producción ecuatoriana triunfa en la sección Horizontes, dedicada a las nuevas tendencias cinematográficas. A pocas horas de recibir el premio más importante de su vida, Ana Cristina Barragán concedió una entrevista exclusiva a la Revista Vistazo.
Es algo que todavía estoy digiriendo, no lo puedo creer, ha sido el impulso más grande que recibí en mi carrera y compartirlo con gente que quiero tanto es muy especial.
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Es un guion poco convencional, que no cumple ciertas estructuras. Yo seguí escribiendo el guion en el montaje, se fue tejiendo y construyendo hasta el final para lograr la narrativa sutil que buscaba.
Es como ser premiada por el origen de un proyecto, pero al mismo tiempo por el resultado que involucra a los actores y a la producción.
Sí es verdad, abordo los temas de la infancia y la adolescencia que quedan impregnados en el ser. En 'Hiedra' quería explorar el encuentro entre dos personajes lastimados por un mismo hecho de su pasado, que se encuentran en el juego, el deseo, la ternura.
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En general mis películas están contadas desde la mirada del personaje de una mujer o niña que atraviesa momentos de desprendimiento y ruptura y que se debe mover en un mundo regido por lo patriarcal.
Lynne Ramsay, Lucrecia Martel, Andrea Arnold , Lucile Hadzihalilovic y muchas más.
Fue el inicio de todo, sentí que no estaba preparada para el cine hasta que la termine. Solamente las óperas prima tienen esa mezcla de ímpetu e ingenuidad. La película tiene alma y cuando veo la actuación de Macarena y Pablo me siento profundamente conmovida.
Principalmente a mi mamá que está conmigo en Venecia, a mi papá, a mi hermana y varias personas que amo y no están aquí en la tierra, pero me construyeron desde la infancia como son mis abuelos Gil e Enriqueta, mi primo Javier y Julia mi abuela brasilera.
Nacida en Quito en 1987, Barragán estudió cine en la Universidad San Francisco de Quito. Su carrera comenzó con el cortometraje Despierta (2008), galardonado en los festivales Cero Latitud, Países Andinos y con el Premio Colibrí.
Le siguieron Domingo violeta (2010), estrenado en el Festival de Locarno, y Nuca (2015), exhibido en São Paulo. Su primer largometraje, Alba, recibió elogios internacionales y premios como el Fipresci y el Prix Rail D’oc en Toulouse.
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Con 'Hiedra', Barragán cierra una trilogía sobre la intimidad familiar, iniciada con Alba (2016) y La piel pulpo (2022), consolidando su lugar como una de las voces más potentes del cine latinoamericano contemporáneo.