Salah Abdeslam, el principal de los acusados que comparecieron este miércoles en el juicio por la matanza en la sala de conciertos Bataclan y los otros ataques terroristas del 13 de noviembre de 2015, atrajo la atención en la primera vista al reivindicar su pertenencia al Estado Islámico (EI) y hacer invocaciones de carácter religioso.