Las autoridades sostienen que los procesados habrían participado en varios hechos violento, como un asalto a una joyería en un centro comercial del norte de Quito.
Los procesados, que permanecían en prisión preventiva desde el pasado 24 de septiembre, fueron recibidos entre aplausos por familiares y amigos en Ibarra.
La magistrada decidió aceptar un pedido de modificación de medidas cautelares debido a que "dejarlos en libertad constituye un riesgo procesal y obstaculización al proceso".