El pasado 11 de septiembre, Bolsonaro fue condenado a 27 años de cárcel por el Supremo por "liderar" una trama golpista para "perpetuarse en el poder".
Las autoridades sostienen que los procesados habrían participado en varios hechos violento, como un asalto a una joyería en un centro comercial del norte de Quito.
Los procesados, que permanecían en prisión preventiva desde el pasado 24 de septiembre, fueron recibidos entre aplausos por familiares y amigos en Ibarra.
La magistrada decidió aceptar un pedido de modificación de medidas cautelares debido a que "dejarlos en libertad constituye un riesgo procesal y obstaculización al proceso".