El guayaquileño emprendió el viaje de su vida en plena pandemia. Sin ninguna ayuda logística y económica decidió atravesar ocho países a bordo de su “colorada” hasta llegar al pueblo más austral del mundo.
Un padre paraguayo que se vio en la obligación de sortear su auto para cubrir los gatos de la cirugía de su hija de 8 años, fue recompensando cuando el ganador del concurso decidió devolverle el vehículo.