"Esta apelación es un mensaje de impunidad", advierte Fernando Bastias, abogado del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) y de las familias de los menores.
El jurista afirma que el soldado no aprehendió a ninguna de las víctimas, por lo tanto, 'no estaba en calidad de garante de derechos' y que solo cumplía órdenes.
La patrulla militar que trasladó a los menores estaba comandada por un subteniente, quien argumentó que no conoce Guayaquil, pero en su cédula aparece que nació en esa ciudad.