La decisión ocurre en medio de un escándalo que gira en torno a Santiago Díaz Asque, luego de que se difundiera una acusación en su contra por presunta violación a una niña.
Algunas de las víctimas habían sido captadas en Ecuador y otras habían sido reclutadas desde Venezuela, quienes aceptaban que los proxenetas les pagasen el viaje.
Durante la audiencia de juicio, la fiscal recordó que, en 2008, el procesado ya fue sentenciado por el mismo delito, cumpliendo una pena de dieciséis años.