Documental revela cómo es la vida de Edgardo Bauza, exDT de Liga de Quito, quien tiene demencia frontotemporal

Hace cuatro años, el argentino Edgardo "Patón" Bauza, de 67 años, fue diagnosticado con demencia frontotemporal, una enfermedad neurodegenerativa poco común que afecta el comportamiento, el lenguaje y la memoria. Esta misma dolencia tiene el actor estadounidense Bruce Willis.

A causa de esta enfermedad se retiró del fútbol en 2021 y desde ese momento su vida ha cambiado profundamente. Ahora, su día a día transcurre en su entorno íntimo y familiar. Así lo revela el documental "La cima de la vida: el valor de la memoria", de la Fundación TASE, estrenado en septiembre de 2025 y disponible en Youtube desde el 22 de octubre.

Allí se narra también la historia de Alfonso Laso Bermeo (+), conocido como Pancho Moreno, papá del narrador deportivo Alfonso Laso Ayala.

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En este año, pocas han sido las ocasiones que ha estado presente en actos públicos. Uno de ellos fue la Noche Blanca, en enero, cuando Liga de Quito presentó a su equipo 2025 y en esa ocasión se realizó un partido de leyendas con varias de las figuras que lograron el primer título internacional del equipo albo en la Copa Libertadores 2008 y a partir de ese momento llegaron otros logros internacionales como dos copas Sudamericanas.

La otra ocasión fue en julio cuando Liga de Quito inauguró el Centro de Alto Rendimiento Edgardo Bauza, en reconocimiento a su trayectoria, valores y legado en el cuadro capitalino.

En una casa tranquila, lejos del ruido de los estadios, Edgardo “Patón” Bauza vive una etapa distinta en Quito. Ya no dirige equipos, no da entrevistas, no levanta trofeos. Pero sigue siendo el centro de una historia profunda, tejida por el amor de su familia, que lo acompaña día a día en su lucha contra una enfermedad neurodegenerativa: la demencia frontotemporal.

Los primeros signos fueron sutiles: olvidos, cambios de humor, frases que no encajaban con su carácter reservado. Su esposa, Maritza Gallardo, lo notó antes que nadie. “Era como si dejara de ser él”, recuerda. La familia pensó que era estrés, hasta que los estudios médicos confirmaron lo impensable: una forma de demencia que afecta a personas menores de 65 años.

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“No sabíamos qué hacer. Él tenía menos de 60 años. Era imposible de creer”, cuenta Maritza. Decidieron no comunicarle directamente el diagnóstico, para evitarle un dolor que pronto olvidaría. En cambio, se enfocaron en acompañarlo, en sostenerlo con afecto.

Maritza se convirtió en su cuidadora principal. Junto a su hijo menor, Nicolás, de apenas 11 años, han aprendido a vivir con la enfermedad sin dejar que los defina. “Aunque no hable, lo sentimos presente. Nos mira, nos escucha, nos acompaña”, dice ella.

Nicolás también ha sido parte de este proceso. Recibió explicaciones adaptadas a su edad, con dibujos y metáforas. El niño lo entendió, lo aceptó, y sigue viendo en su padre a la misma figura amorosa de siempre.

Aunque Bauza ya no dirige, su nombre sigue resonando en las canchas. Liga de Quito, Rosario Central, San Lorenzo, la Selección Argentina... todos lo recuerdan con respeto. En Ecuador, su figura es sinónimo de gloria. Ahora más cuando Liga de Quito se encuentra en semifinales de la Copa Libertadores y que hoy, 30 de octubre, se define la llave con el club brasileño Palmeiras. Su nombre se mantiene vigente.

Pero hoy, su mayor trofeo es invisible: el amor incondicional de su familia. “Nosotros queremos a la gente por la memoria que tenemos de ellos”, reflexiona Maritza en el documental. “Y cuando esa memoria se desvanece, el amor se vuelve más importante que nunca”.

La familia ha aprendido a vivir el día a día. A no anticipar el futuro ni aferrarse al pasado. A celebrar los pequeños momentos: una mirada, una sonrisa, una caricia. “No es la vida que planeamos, pero es la vida que nos espera. Y la vivimos juntos”, dice Maritza.

En medio de la incertidumbre, han encontrado consuelo en grupos de apoyo, en conversaciones sinceras, en la decisión de hablar abiertamente sobre la enfermedad. Porque, como dice ella, “el cerebro también se enferma y no hay vergüenza en decirlo”.

"Yo creo que a todos nos hablaba como un papá, nos guiaba muy bien para la vida", cuenta el exfutbolista Damián Manso, quien fue protagonista en la Copa Libertadores 2008, sobre su relación con Bauza.

Edgardo Bauza como jugador fue campeón del fútbol argentino con Rosario Central (Argentina) en 1980 y 1986/1987. También jugó de defensa central en Junior de Barranquilla (Colombia) y Tiburones Rojos de Veracruz (México).

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Como técnico tiene varios títulos locales e internacionales. Los más relevantes son las dos copas Libertadores, una con Liga de Quito en 2008 y la otra con San Lorenzo (Argentina) en 2014. Con ambos clubes fue subcampeón del Mundial de Clubes.

Con el cuadro albo fue dos veces campeón nacional en 2007 y 2010, además de una Recopa Sudamericana en 2010. Con San Lorenzo logró una Copa Argentina.

También dirigió a las selecciones de Argentina, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.