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Reactivación en Guayaquil peligra por la inseguridad, ¿cómo perciben al puerto nacionales y extranjeros?

jueves, 11 noviembre 2021 - 18:14
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A la estadounidense Debra Lynn le provoca remordimiento decir que ya no quiere visitar Guayaquil, porque la ciudad le gusta. Teme sonar como una expatriada que “se queja y se asusta”, pero su última visita a la ciudad no fue una experiencia que quiera repetir.

Hace unos meses, solía visitar Guayaquil “sin problemas ni miedos”. Se alojaba en un hotel de “renombre” en el centro de la ciudad y salía a disfrutar de los restaurantes y lugares cercanos.

Una noche, Lynn, quien reside y trabaja en Cuenca desde hace 10 años, salió de su hotel para ir a cenar; dos hombres se acercaron a ella para invitarla a comer y a una noche de diversión. “Cortésmente les dije que no, que estaba allí por negocios”, relata. Ante la negativa, otro hombre y una mujer se acercaron para insistir que saliera con ellos. “Fue difícil deshacerme del grupo”, agrega.

Finalmente, canceló sus planes de cenar y regresó rápidamente a su hotel, allí se dio cuenta de que su billetera y pasaporte habían sido robados. “Tuve una pesadilla al salir de Guayaquil. Desde entonces no me siento segura mientras camino por la calle y siempre se me acercan personas que intentan estafarme o suplicarme. Ahora evito ir por completo”, comenta.

La percepción de inseguridad en Guayaquil es un problema latente que afecta al turismo y a las visitas, según reconocen representantes de diferentes sectores turísticos de la ciudad. Sin embargo, pese al impacto palpable, no existen estadísticas “suficientemente confiables y determinantes” para conocer cómo la percepción de inseguridad está afectando al turismo y a las visitas nacionales, asegura la investigadora de política turística de la Escuela Superior Politécnica del Ecuador (ESPOL), Carla Ricaurte Quijano.

“Mientras la ciudad no tenga estadísticas confiables de turismo internacional y turismo interno, cualquier cuestión que se hable sobre la inseguridad es una estimación. Desde ese punto de vista, para entender realmente lo que está pasando en este tema, se debería realizar un estudio ya sea cualitativo o cuantitativo en sitios turísticos para entender cómo la percepción de inseguridad afecta a la visita”, sostiene.

Lo que es indiscutible —afirma la experta — es que los hechos que han tenido eco a nivel internacional como la crisis carcelaria tendrán un efecto negativo en la llegada del turismo a Guayaquil. Por ejemplo —explica— el diario británico The Guardian hizo una extensa publicación sobre la seguridad en la cárcel, “lo que significa que una parte del mercado inglés que lea este periódico va a estar enterado de lo que está sucediendo”.

De acuerdo con Ricaurte, tampoco se debe dejar de lado el análisis a los visitantes nacionales porque, en volumen, son los más representativos. Reitera además, que en ambos casos (nacionales y extranjeros) el factor común que buscan es la seguridad, tanto sanitaria, como ciudadana.

“La sanitaria se resolvió con el exitoso plan de vacunación y los protocolos de bioseguridad, pero la otra (delincuencial), todavía no se ha resuelto”, agrega.

IMPACTO EN LA FACTURACIÓN EN RESTAURANTES

La presidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas, Francesca Ferrero, asegura que la percepción de inseguridad en Guayaquil ha detenido la tendencia al alza en las ventas en el sector gastronómico tras el relajamiento de medidas restrictivas a causa de la pandemia del covid-19.

“Cuando comenzó la crisis carcelaria seguida de un incremento de la violencia en las calles, nos dimos cuenta de que el porcentaje de la facturación se detuvo, ya no seguía creciendo. Por ejemplo, negocios que en otros cantones ya habían alcanzado su 100 % con respecto a 2018, en Guayaquil se estancaron en el 70 % de la facturación”, asegura.

Además, cuenta que en los últimos meses han notado que cada vez que ocurre un hecho violento que aparece en las noticias o se viraliza en redes, inmediatamente, por esos días sienten una disminución en la afluencia de clientes.

Ferrero aclara que los hechos delincuenciales no se dan precisamente dentro de los locales, sino en el trayecto hacia estos. Por ello, están trabajando en un plan piloto que incluye solicitar a la autoridad de tránsito que, durante las noches, se cambien a intermitentes las luces de los semáforos, “porque allí ocurren gran cantidad de robos”, dice.

¿CÓMO ESTÁ AFECTANDO A LA PRÁCTICA TURÍSTICA?

A decir del presidente de la Asociación de Profesionales de Turismo y Hotelería del Ecuador, Edson Larrea, con la percepción de inseguridad en Guayaquil el sector turístico ha tenido que adaptarse al contexto actual para “salir del bache originado por la inseguridad”.

Entre las recomendaciones a los guías están las de avisar a los turistas que guarden adecuadamente objetos de valor como cámaras, teléfonos, joyas e informarles sobre los horarios seguros para recorrer. “A partir de las 18:00 recomendamos que, si salen, lo hagan en grupo y no dispersos; que informen donde están para mantener contacto con la policía. Por lo general, cámaras fotográficas en la noche no las sacan”, explica.

Larrea reconoce que la labor realizada por la policía turística ha sido importante, no obstante, considera que aún queda más por hacer. “La vigilancia de la policía turística ha sido importante para dar un espaldarazo de confianza a los turistas que visitan Guayaquil, pero se debe trabajar mucho más. Por ejemplo, en qué es lo que se va a comunicar sobre el destino, ha habido ya campañas por parte de las empresas públicas, tanto de Guayaquil como de Quito dando a entender justamente que los turistas pueden recorrer los lugares con seguridad”, menciona.

INSEGURIDAD ¿UNA CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN?

Ricardo Carrera, presidente de la Corporación Turística del Litoral, piensa que, antes de encasillar al turismo de Guayaquil como una actividad de peligro, es necesario trabajar en un plan para deshacerse de la imagen negativa que han dejado algunos hechos delictivos en la ciudad, entendiendo que, “rara vez” un turista ha sido víctima de la delincuencia. “La mayoría de asesinatos se debe a ajustes de cuentas entre bandas”, argumenta.

Carrera defiende también que los guías turísticos son personas que han sido preparadas para cuidar de los turistas y eso implica “estar atentos al entorno” ya sea si el recorrido es en Guayaquil o en cualquier otra ciudad del mundo.

“La problemática es la información que se está lanzando al mundo sobre Guayaquil, que afecta no solo a la ciudad sino a todo el país”, dice. Que el actor de Jibán haya decidido cancelar su visita al país es una muestra de ello, agrega. “Se trató de una decisión que el actor tomó respecto a la inseguridad de Ecuador no de Guayaquil”.

En un clip difundido el pasado 10 de noviembre del 2021 el actor dijo que debido al “estado de emergencia decretado por el Gobierno ecuatoriano durante 60 días” no podrá viajar al evento del Comic Con de este año.

Sin embargo, las cifras de la Policía confirman la percepción ciudadana de inseguridad. El 27 % de los 1.885 homicidios sucedidos en Ecuador corresponden a Guayaquil, cifra que supera a la de 2019.

Y, aunque la mayoría de asesinatos es por ajustes de cuentas entre bandas, en la lista también se cuentan a víctimas de robos y asaltos como el asesinato a un niño de 11 años en una heladería del sur o los disparos que recibió una mujer tras resistirse a dejar que le roben 6.000 dólares.

Cuando se decretó el estado de excepción el mismo presidente Guillermo Lasso aseguró que “más del 70% de las muertes violentas que ocurren en Guayas están de alguna forma relacionadas con el tráfico de drogas”, sin establecer que esta razón pertenece a la totalidad.

¿CUÁL ES LA PERCEPCIÓN DE LOS ECUATORIANOS QUE NO VIVEN GUAYAQUIL?

El quiteño Jacobo Guzmán cuenta que últimamente ha evitado visitar a sus familiares que viven en Guayaquil por las referencias sobre el incremento de la delincuencia que le han dado sus propios allegados. “Ellos me han comentado que han sufrido robos o intentos de los mismos en los últimos meses”, afirma.

Antes, su familia salía a restaurantes durante la noche, pero que últimamente lo evitan porque “ya les han asaltado”, comenta. “Tengo amigos en Los Esteros y me dicen que no hay semana que no se escuche disparos o exista alguna muerte. Tienen miedo de que les roben o que haya alguna bala perdida que les pueda llegar”, relata.

Guzmán considera que la inseguridad está afectando de manera significativa al turismo porque reconoce que, aunque le “da pena” no visitar Guayaquil, pues su gastronomía y lugares le parecen muy agradables, prefiere ir de vacaciones a otros lugares como Cuenca o el Oriente. “Ya no sabes si te podrían robar mientras estás visitando Guayaquil, por eso es preferible ir a lugares más tranquilos”.

Por su parte, Ruth Salinas, quien reside en Cuenca, asegura que, aunque no ha escuchado historias de personas cercanas las quienes han asaltado o asesinado, lo que ha visto en las noticias ha hecho que “piense dos veces” antes de ir a Guayaquil.

“A mí me encanta Guayaquil, el clima, su comida... pero hasta que no haya un mejor control de la inseguridad es mejor evitar la visita”, comenta.

¿QUÉ PIENSAN LOS GUAYAQUILEÑOS SOBRE SU PROPIA SEGURIDAD?

Vistazo realizó una encuesta en la red social Twitter para conocer cuántas veces habían sido víctimas de delincuencia en Guayaquil, los resultados reflejaron que de los 379 usuarios que respondieron esta encuesta hasta este jueves, el 48 % había experimentado situaciones de delincuencia más de tres veces en su vida dentro su ciudad.

Chris Báez, residente de Urdesa, dice que en los últimos meses vive en zozobra. “Toda mi vida he vivido aquí. Antes esto era un barrio tranquilo. (...) Hasta que un día llegando a mi casa me apuntaron con una pistola, me robaron el celular, como 90 dólares en efectivo y una cadena de oro. Desde entonces ando nervioso, preocupado”, comenta.

Hace tres meses también le robaron partes de su vehículo que, hasta entonces, siempre había dejado estacionado afuera de su casa sin problemas. “Ya no quiero estar en Guayaquil. La verdad es que también he tenido problemas laborales, así que estoy viendo la posibilidad de irme a vivir a otro lugar, pero la inseguridad es una de esas cosas para irme”, afirma.

El guayaquileño Ricardo Parrales afirma que tampoco se siente seguro en Guayaquil. En los últimos meses ha tenido que implementar nuevas medidas para evitar ser víctima de la delincuencia, como hacer pedidos a domicilio.

“Me parece increíble que ahora nos tengamos que adaptar a la delincuencia para vivir tranquilos. Llegamos al punto de preferir llevar todo a domicilio porque es la única forma de sentirnos seguros”, comenta.

Marcos Medina, quien trabaja en una empresa de seguridad en Guayaquil, no se siente con libertad de andar en la ciudad con tranquilidad. “Antes te robaban y no te mataban, pero ahora vemos que la vida vale muy poco en ese sentido. Más o menos debes dejarte robar, si no, te matan”, dice.

Medina prefiere no estigmatizar los motivos de la delincuencia, asegura que es consciente, que la situación es un problema derivado principalmente por la desigualdad social del país. “Hay muchas situaciones que se pueden corregir, lastimosamente hasta que los de arriba, los políticos, no tomen decisiones al respecto, esto no se va a solucionar”, agrega.

El guayaquileño habla de la desigualdad porque, explica, un amigo de su infancia cayó en las redes de las bandas delictivas y terminó siendo asesinado. “A veces siento ese miedo de que las cosas están escalando”.

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