Presunto extorsionador que habría incendiado buses y taxis fue capturado en Los Ríos
Durante el operativo, la Policía Nacional incautó un vehículo reportado como robado y ocho teléfonos celulares, que serán sometidos a pericias.
El ministro del Interior, John Reimberg, anunció este domingo la captura de un presunto extorsionador en la provincia de Los Ríos, señalado de estar vinculado con la quema de buses y taxis, así como con amenazas a más de medio centenar de personas.
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Según el reporte oficial, el detenido fue identificado como Lucas Iván A. C., de 45 años, quien —de acuerdo con las investigaciones— operaba habitualmente desde Guayaquil, pero extendía sus actividades delictivas a distintos puntos de la provincia, donde exigía pagos a transportistas y ciudadanos bajo intimidaciones.
Durante el operativo, la Policía Nacional incautó un vehículo reportado como robado y ocho teléfonos celulares, que serán sometidos a pericias para establecer vínculos con otros hechos delictivos.
Reimberg destacó el trabajo de las unidades policiales y reiteró que las acciones contra la extorsión y el crimen organizado continuarán de forma sostenida.
Golpes recientes a redes de extorsión
La detención se da días después de una ofensiva más amplia contra redes de extorsión. Entre el 1 y el 7 de diciembre, la Policía ejecutó 24 operativos a escala nacional que dejaron 51 personas detenidas, varias de ellas presuntamente vinculadas a las organizaciones criminales Los Choneros y Los Lobos.
Estas intervenciones, denominadas operativos “Libertad”, se desarrollaron en las provincias de Guayas, El Oro, Esmeraldas, Los Ríos, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas. Como resultado, las autoridades lograron evitar el pago de 1.228.500 dólares que habrían sido entregados a extorsionadores y secuestradores.
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Además, cuatro personas secuestradas fueron liberadas, atendidas en centros de salud y trasladados con sus familiares.
Desde inicios de 2024, el Gobierno del presidente Daniel Noboa declaró la lucha contra el crimen organizado como un “conflicto armado interno”, lo que permitió catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas y aplicar medidas excepcionales, entre ellas la militarización de los centros penitenciarios controlados por estas estructuras.
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