El asesinato de Mario Pineida, futbolista del Barcelona S. C., es el último de una serie de atentados contra jugadores en Ecuador, en medio de una crisis de violencia sin precedentes causada por bandas del crimen organizado, que también han expandido sus tentáculos hasta las apuestas deportivas.
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Desde inicios de 2025 se han registrado al menos cinco asesinatos de futbolistas en Ecuador, pero el de Pineida es el primero de un jugador de la primera división ecuatoriana.
El lateral izquierdo, de 33 años, fue acribillado a plena luz del día dentro de una carnicería en el norte de Guayaquil.
Pineida estaba acompañado de su pareja y su madre cuando fue atacado por dos sicarios que se movilizaban en motocicletas, según el coronel Edison Palacios, jefe policial de la zona.
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'El Pitbull' inició su carrera profesional en el Independiente del Valle y desde 2016 formaba parte del Barcelona, con el que ganó dos ligas y llegó dos veces a las semifinales de la Copa Libertadores, mientras en que en 2022 jugó cedido en Fluminense brasileño y en 2024 en El Nacional.
El jugador había llegado incluso a vestir la camiseta de la selección ecuatoriana, con la que jugó partidos de eliminatorias mundialistas y de Copa América.
En similares circunstancias fue asesinado también, en septiembre pasado, el futbolista Jonathan 'Speedy' González, de 30 años, al que sicarios mataron a tiros en una vivienda de la provincia de Esmeraldas, cuando militaba en el club 22 de Julio, de la tercera división ecuatoriana.
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González también había comenzado su carrera en el Independiente del Valle antes de llegar a la selección ecuatoriana y pasar por una gran diversidad de clubes, entre ellos los mexicanos Leones Negros, León y Dorados de Sinaloa y el paraguayo Olimpia.
Pocos días antes, también en septiembre, fueron asesinados del mismo modo Maicol Valencia y Leandro Yépez, ambos futbolistas del Exapromo Costa, club igualmente de la tercera división de Ecuador, que juega en Manta.
Mientras, en noviembre ocurrió lo mismo con el juvenil del Independiente del Valle Miguel Nazareno en uno de los barrios más convulsos de la ciudad de Guayaquil, donde "lamentablemente fue víctima de la inseguridad que afecta a nuestro país", según señaló el club en el momento que ocurrió el asesinato de su joven promesa.
Por su parte, en octubre, Bryan 'Cuco' Angulo, delantero de Liga de Portoviejo, de la tercera división de Ecuador, sobrevivió a un ataque similar perpetrado por sicarios, después de que varios futbolistas de este equipo hubiesen recibido amenazas de muerte previas a un encuentro contra el Búhos, según denunció el propio club.
Angulo, de 30 años, vistió a anteriormente las camisetas de los mexicanos Cruz Azul y Xolos de Tijuana, así como del brasileño Santos y del boliviano The Strongest, mientras que también llegó a ser parte de la selección nacional de Ecuador en las eliminatorias para el Mundial de 2022.
Los futbolistas ecuatorianos también han sido víctimas de secuestros, como le ocurrió en diciembre de 2024 a Pedro Pablo Perlaza, quien fue interceptado por delincuentes junto a un amigo en Esmeraldas. Ambos permanecieron varios días en cautiverio, hasta que fueron rescatados por la Policía Nacional.
Y en abril de este año un grupo criminal también trató de secuestrar al futbolista del Emelec Jackson Rodríguez al irrumpir en su casa y llevarse a su esposa y a su hijo, quienes lograron ser liberados al día siguiente.
Ecuador afronta una ola de violencia y cerrará el año con la peor tasa de homicidios de Latinoamérica: 52 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con el Observatorio del Crimen Organizado.