El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó su agradecimiento a la Fuerza Pública por las acciones realizadas para contener las manifestaciones tras la eliminación del subsidio al diésel. El pronunciamiento lo hizo durante un acto en Esmeraldas, donde se entregaron cerca de un centenar de motores fuera de borda a pescadores artesanales.
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"Quiero hacer una mención de agradecimiento público, ahora que ya se cansaron de jodernos la vida y de hacer paro. Las Fuerzas Armadas y la Policía se merecen el respeto de cada uno de nosotros porque han defendido el país, el territorio y la soberanía de nuestro Ecuador", exclamó Noboa este viernes frente a simpatizantes.
La declaración fue emitida dos días después de que Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), organización que convocó la paralización nacional el pasado 18 de septiembre, anunció el fin de las movilizaciones, en cuyo marco se registraron cierres de carreteras y enfrentamientos que dejaron un saldo de tres manifestantes muertos y más de un centenar de detenidos.
En el acto, el mandatario también resaltó que la concesión de motores a pescadores artesanales de las localidades de Atacames, Muisne, Río Verde y Esmeraldas equivale a dar "esperanza" y la "posibilidad de que sus familias estén mejor”.
Pese a las protestas, concentradas en Imbabura y Pichincha, el Ejecutivo no dio marcha atrás y asegura que con la medida remediará un déficit en el gasto público, puesto que la carga anual de mantener la subvención superaba los USD 1.100 millones. Esta provocó que el precio del combustible pasara de USD 1.80 a USD 2.80.
A lo largo del paro nacional, el Gobierno, cuya sede fue trasladada a mediados de septiembre su sede a la ciudad de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, dispuso varios despliegues masivos de elementos de la Policía y las Fuerzas Armadas para dispersar a manifestantes.
El operativo de mayor escala se registró el pasado 12 de octubre en la ciudad de Quito. Días después de que Vargas había amenazado con "tomarse" la ciudad para ejercer presión sobre el Ejecutivo, Noboa ordenó que más de un millar de policías y militares se trasladaran a la capital para prevenir disturbios, evitando así que manifestantes se concentraran y manteniendo relativa calma en la urbe.
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En 2019 y 2022, la CONAIE ya había encabezado masivas movilizaciones que llegaron hasta Quito y obligaron a los entonces presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a revertir la eliminación de los subsidios a los combustibles.
Vargas, quien anunció el fin de las movilizaciones luego de que Noboa advirtiera que iba a comenzar una segunda intervención en Imbabura con el fin de despejar las vías bloqueadas, dijo que “la resistencia continúa” a través de asambleas permanentes para preparar la campaña por el ‘NO’ a pocas semanas de que se lleve a cabo la Consulta Popular y el Referéndum con el que el presidente Noboa pretende llamar a una Asamblea Constituyente.