Jimmy Andrés Espinoza Morales, cabo segundo de la Policía, fue asesinado cuando estaba a punto de llevar a su hija a la escuela en el sector Las Nieves, del cantón Pasaje, provincia de El Oro. El gendarme habría recibido una amenaza previa.
Sucedió el pasado lunes, cuando el uniformado había salido de la casa e ingresó a su vehículo para esperar a su pequeña y luego llevarla a la escuela.
Sin embargo, un grupo de sujetos, que aparentemente lo esperaban afuera del inmueble, le dispararon en múltiples ocasiones hasta causarle la muerte.
Según versiones de los moradores del sector, los sospechosos se trasladaban en una camioneta sin placas color gris, aunque tampoco se descarta la participación de una motocicleta.
Policías acordonaron el lugar para que se ejecuten los protocolos correspondientes y levantar el cuerpo. Los agentes hallaron un total de 21 indicios balísticos: 13 pertenecientes a fusiles y 8 a una pistola 9 milímetros.
“Lamentamos mucho la pérdida de nuestro compañero, esto no va a quedar en la impunidad”, aseguró William Calle, jefe de la Policía de la zona siete.
Incluso dentro del auto baleado se encontró un panfleto, en el que los delincuentes aseguran que seguirán perpetrando asesinatos a uniformados.
“Nosotros estamos tratando de dar con los individuos, estamos allanando algunas casas y revisando las cámaras de seguridad. Aquí hay Estado, aquí hay Policía, no es tierra de nadie”, apuntó William Calle.
Agregó que Jimmy Andrés Espinoza había recibido una amenaza hace un mes, aunque las investigaciones continúan para esclarecer el caso.
Afortunadamente, la hija del policía aún no salía de la casa cuando se perpetró el crimen, por lo que se salvó junto a la madre, pero después presenciaron el cuerpo del agente dentro del vehículo.
Espinoza era un policía motorizado con ocho años de trayectoria. Además, trabajaba en Guayaquil, pero el día del asesinato estaba en su jornada de descanso.