Nuevas pruebas contra el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann
Un equipo de investigación afirmó haber descubierto evidencias significativas que podrían esclarecer el misterio detrás de lo que le sucedió a Madeleine McCann, la niña británica de 3 años que desapareció mientras pasaba unas vacaciones junto a su familia en el hotel en Praia da Luz, Portugal, el 3 de mayo de 2007.
Tras el reporte de desaparición, agentes policiales y detectives de Portugal y Reino Unido iniciaron una larga investigación para dar con su paradero.
Habían grandes indicios de que había sido raptada del cuarto donde se encontraba, mientras su familia almorzaba en un restaurante, pero tras 15 años de investigación, nada sólido había podido concretarse y aún no se determinaba a un culpable ni el paradero de Madeleine, quién ahora tendría 18 años.
La nueva evidencia a la que se refiere el equipo de investigadores, conformado de documentalistas, ex-investigadores y periodistas, refuerza la teoría de que Christian Brueckner, principal sospechoso de haber cometido el secuestro y luego asesinato de la niña de tres años, fue quién la raptó.
Brueckner, quién tiene 44 años y está actualmente en prisión por cargos de pedofília y violación, había sido señalado anteriormente por los investigadores debido a que cumplía el perfil de una persona con predisposición a cometer el delito, sumado al hecho de que existía una gran probabilidad de que se hallara cerca del área, en el día en el que Madeleine desapareció.
Una violación a una turista estadounidense en un chalet en el que vivía en Portugal, que tuvo lugar en 2015, había despertado las alarmas de los agentes, que estaban al tanto de la cercanía entre el chalet, sitio de residencia del criminal, y la habitación del hotel en la que descansaba Madeleine.
La evidencia consiste en testimonios de habitantes del área en los que afirman haber visto a un hombre extremadamente similar a Brueckner en el área donde desapareció Madeleine, Praia da Luz, Algarve, y a la hora en que sucedió.
Se presume que Brueckner se encontraba en Portugal para continuar con una vida de delitos lejos de las autoridades americanas. El primer crimen por el que lo habían enjuiciado en Estados Unidos había sido por el abuso de un niño a la edad de 17 años. A partir de ahí, había continuado con una vida desenfrenada de crímenes.
Ya en prisión, Brueckner cumple una condena impuesta el 2019 por haber violado a una mujer estadounidense de 72 años en Algarve, el 2005. Se le reconocen demás delitos como narcotráfico, abusos sexuales y posesión de pornografía infantil.
Aún no ha sido enjuiciado por la desaparición de Madeleine McCann, pero los nuevos testimonios abren la posibilidad de establecer una nueva revisión, que podrá determinar la culpabilidad de Brueckner.
