Desde enero, comenzará la deportación de ecuatorianos amparados en el programa de Permisos de Reunificación Familiar (Family Reunification Parole – FRP) en Estados Unidos, luego de que Washington anunciara el fin de este beneficio migratorio de carácter humanitario.
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De acuerdo con las autoridades estadounidenses, los extranjeros que no cuenten con una base legal para permanecer en el país tras la finalización del FRP deberán abandonar territorio estadounidense.
"Este gobierno pone fin al abuso del parole humanitario que permitía a extranjeros insuficientemente evaluados eludir el proceso tradicional" de solicitud de reunificación, que permite traer a familiares a vivir al país, señaló el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado oficial.
En ese contexto, se emitió una notificación en el Registro Federal que detalla cómo se administrará la cancelación de los programas FRP.
Según el documento, si a un extranjero se le concedió permiso de permanencia temporal (parole) bajo el FRP y este aún no ha expirado hasta el 14 de enero de 2026, dicho permiso será cancelado en esa fecha, salvo que la persona tenga pendiente un Formulario I-485, correspondiente a la Solicitud de Registro de Residencia Permanente o Ajuste de Estatus, presentado o matasellado hasta el 15 de diciembre de 2025 y que siga en trámite para esa fecha.
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En los casos en que el extranjero tenga un Formulario I-485 pendiente, el permiso de permanencia temporal se mantendrá vigente hasta que expire el plazo autorizado o hasta que exista una decisión final sobre la solicitud, lo que ocurra primero.
No obstante, si el Formulario I-485 es denegado, el parole quedará cancelado de manera inmediata y la persona deberá salir de Estados Unidos sin demora.
Los programas FRP para Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras fueron implementados en 2023, durante el gobierno del entonces presidente Joe Biden, como una vía legal para la reunificación familiar.
Sin embargo, el presidente Donald Trump hizo campaña prometiendo endurecer la política migratoria y deportar a millones de personas en situación irregular, objetivo para el cual ha movilizado a toda la estructura de su administración.
Esta semana, el DHS informó que ha logrado la salida de más de 2,5 millones de inmigrantes en situación irregular, entre 605.000 deportaciones forzadas y cerca de 1,9 millones de salidas voluntarias.