Muchas personas tienen dificultades en bajar de peso. Aunque hagan dietas y ejercicios, tener una imagen delgada y llena de vitalidad les puede tomar pocos días e inmediatamente recuperan el peso perdido.
La nutricionista y asesora de la Asociación Ecuatoriana de Cardiología, Martha Ríos, explica que se sube y se baja de peso por diversas causas fisiológicas: Un metabolismo eficiente o lento, por el grado de inflamación celular y por el nivel de la hormona insulina.
Metabolismo lento
Cuando nos saltamos comidas o simplemente las hacemos de una forma incompleta estamos poco a poco creando un metabolismo ahorrador de energía (lento). “El organismo cree que no va a tener suficiente alimentos para desarrollar las funciones completas del cuerpo, empieza entonces a ahorrar calorías en forma de grasa para consumirla cuando sea necesario”, dice Ríos.
Agrega que esto trae como consecuencia que, cuando por alguna razón ingerimos más alimentos de lo acostumbrado, subimos de peso rápidamente, perdiendo en pocos días todo lo ganado en semanas de sacrificios. Si esas personas se someten a una dieta baja en calorías tendrán más dificultades para bajar de peso y estarán expuestos a un rápido efecto rebote una vez que den por terminado el régimen alimenticio.
Inflamación celular
A medida que nos alimentamos con dietas altas en carbohidratos y deficientes en proteínas como la comida típica, caracterizada por altas cantidades de estamos creando una inflamación celular, conocida también como inflamación silenciosa. “Cuanto más alto es el grado de inflamación acumulada, más difícil resulta eliminar el exceso de grasa”, agrega la nutricionista.
Niveles de insulina
La hormona insulina es emitida por el páncreas con la finalidad de transportar la glucosa desde el torrente sanguíneo a las células del cuerpo. Es así como se distribuye la energía a todas las células.
Cuando ingerimos carbohidratos de rápida conversión en glucosa (harinas blancas, arroz blanco, jugos de fruta) el páncreas se ve obligado a producir niveles más altos de insulina para movilizar a las células toda la glucosa producida por los alimentos ingeridos (el organismo no puede permitir que se mantengan niveles altos de glucosa en la sangre debido a su toxicidad).
Ríos explica que hay algunos organismos que necesitan producir mayores niveles de insulina para movilizar la misma cantidad de glucosa que otros. “Se ha comprobado que cuando tenemos niveles altos de insulina en el torrente sanguíneo es imposible quemar grasas”.
Y es que como lo explica Narcisa Zambrano, doctora en medicina y nutrición clínica, la vida sedentaria, edad, genética, falta de sueño, enfermedades como hipotiroidismo, cushing, ovarios poliquísticos, medicamentos antidepresivos, anticonvulsivos y corticoides favorecen la ganancia de peso y a la vez hacen lenta la pérdida de grasa.
Esto explica por qué una persona perdería menos peso comparada con otra que hace la misma dieta e igual actividad física.
A medida que envejecemos perdemos músculo, ganamos grasa y nuestro metabolismo se hace más lento. Hacer ejercicio aeróbico, con resistencia, para ganar masa muscular y quemar más calorías, beber té y café, consumir pequeñas cantidades de frutos secos, hacer pequeñas comidas, dormir entre 6 a 8 horas continuas, contribuye a mantener un peso saludable.
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