CONTROLAR LAS EMOCIONES
Nadie dice que es fácil, pero sí es posible ver las cosas desde una óptica positiva. Por eso es imprescindible elaborar bien el duelo. Los empleadores y los clientes, y la gente en general, prefieren a la gente proactiva, positiva a la que tiene algo que aportar.
NO ABANDONAR EL HORARIO DE TRABAJO
El trabajo de un desempleado es encontrar trabajo. Ahora nadie le impone un horario, pero se lo tiene que imponer usted.
SER PRODUCTIVO
Es importante plantearse objetivos con fechas. Subdividir esos objetivos en otros más pequeños. Hacer listas de tareas. La agenda es vital. Asignar las tareas priorizándolas según el impacto que van a tener en el futuro…
REINVENTARSE
Primero hay que trabajar en el duelo y luego decidir hacia donde enfocar los esfuerzos. Es importante aclarar la mente, invertir tiempo y dinero en cosas que ayuden a conseguir esa claridad. El resultado puede ser asombroso.
PREPARARSE PARA LAS CRÍTICAS
Es posible recibir ofertas de trabajo que no sean convenientes. Es posible que se presenten momentos críticos, que se recrudezca la situación económica y uno se pueda ver tentado a aceptar cualquier cosa con tal de dejar el desempleo. Habrá críticas por aceptar y por no aceptar el trabajo. Hay que educar a nuestro entorno y hacer que entienda que no por no tener trabajo, se debe aceptar algo inconveniente.
DESCUBRIR Y DESARROLLAR LA MARCA PERSONAL
Se aconseja hacer un inventario de todo lo que somos: capacidades, conocimientos, valores, propósito vital… Determinar qué valor remunerable es posible aportar a los demás. Con las ideas claras, comenzar actividades en las redes sociales y en el mundo offline.
Pero, sobre todo, estar convencidos que el desempleo no es el fin del mundo. Que hay miles de oportunidades, pero que nos las debemos dar nosotros mismos.
* Gabriel Rovayo, PhD.Presidente de CODEFE,
partner EFQM - Bruselas The CFO’s Executive
Program, Universidad of Chicago -
Booth School of Business, Chicago.