Caridad Serrano luego de 23 años en la banca: “no se proyecten desde una posición vulnerable”
Caridad Serrano maneja la operación del Banco Guayaquil en toda la región norte del país, incluido Quito. Durante su trayectoria, alcanzó la posición de vicepresidenta de banca corporativa en el Citibank. Graduada en Finanzas y Administración en la USFQ.
Apasionada por la banca desde la infancia, cuando junto a sus dos hermanas jugaba a ser jefe de cajeras, Caridad Serrano ha acumulado una trayectoria de 23 años en el sistema financiero ecuatoriano convencida de que el meollo de la industria está en la construcción de relaciones.
Fue en la operación que Lloyds Bank mantuvo en el país hasta el 2010 donde Serrano aprendió a “mirar al cliente con unos ojos diferentes”: no como una cifra o una transacción, sino “como un socio estratégico, de largo plazo, con quien quiero quedarme por muchos años“, explica.
Había llegado al banco de origen británico luego de una primera experiencia en el Citibank, donde desde el año 2000, y en pleno coletazo de la crisis bancaria que desembocó en la dolarización de la economía, fue adquiriendo capacidades en análisis de riesgo y manejo de relaciones corporativas.
“Entré a Citibank el día que dolarizaron el país; firmé un contrato en sucres y, para la noche, estaba en dólares”. Serrano era parte del área de reestructuración de crédito y pudo palpar, en directo, cómo la crisis afectaba a muchos de los clientes.
De esos años, sacó una lección: en la industria, es clave la cercanía con el cliente para poder anticipar, dentro de lo razonable, los problemas que pudieran afectarlo. Y no habla de saber qué vende la empresa o quién la lidera sino de entender su balance, su estrategia y hacia dónde camina.
La importancia de las relaciones también ha sido el centro de su formación como líder. Dentro de Citibank, a donde regresó tras el cierre de Lloyds, se formó en el manejo de equipos de alto desempeño, de conversaciones difíciles, de diversidad y grupos multifuncionales.
También obtuvo una certificación de coaching que le ayudó -afirma- a “hablar diferente con las personas: escuchar, indagar, tratar de entender lo que me están queriendo decir y, luego, hablar”.
CONQUISTANDO A LOS CLIENTES DE LA SIERRA
Los roles que Serrano ha asumido dentro del Banco Guayaquil desde inicios del 2020 evidencian todo el aprendizaje acumulado en banca internacional. Llegó en enero y, tras un proceso de inducción, todo el país se encerró para enfrentar la pandemia y la gerente de Banca Empresas para la región norte tuvo que conducir a su equipo a través de una pantalla.
Además del entendimiento del sector y la formación técnica, Serrano llegaba al banco ecuatoriano con un “interesante mundo de relaciones corporativas que había generado en los 19 años previos”.
Dentro de la región norte, Banco Guayaquil buscaba crecer en el segmento empresarial compitiendo con actores que en la Sierra son vistos como fuente natural de crédito. En cuatro años, la participación de mercado de la cartera corporativa a cargo de Serrano ha crecido en unos 4 puntos porcentuales.
“Hemos logrado que, de una posición nula o marginal dentro de las 50 compañías más grandes de la Sierra, pasemos a trabajar con todas”.
Serrano ocupa, desde agosto del 2023, una de las dos vicepresidencias regionales del Banco Guayaquil; en sus manos está la operación de la entidad financiera desde Carchi hasta Chimborazo –incluido Quito-, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos, Orellana y Pastaza. La región va ganando peso dentro de la institución: de 28% ha pasado a un 35%.
Construyéndose como referente dentro de la banca, Serrano quiere que su experiencia deje un mensaje a las mujeres: “no se proyecten desde una posición vulnerable, ‘es que porque soy mujer’; no se victimicen asumiendo todos los roles y construyan una red de apoyo dentro de la familia”.
