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Aquiles Alvarez habla sobre contratistas 'chimichurris': "A mí nadie me ve la cara de cojudo"

miércoles, 20 marzo 2024 - 12:21
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El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, habló sobre la terminación del contrato con el consorcio MetroExpress, operador de la troncal 2 de la Metrovía. Además, reprochó los acuerdos hechos en la administración pasada con “panitas ‘chimichurris’”.

“Se acabó la tolerancia”, afirmó el burgomaestre al referirse a los problemas que han existido en el sistema de la Metrovía, puesto que el pasado lunes otro bus se incendió en el sur de la ciudad.

Esto provocó que la Alcaldía terminara unilateralmente el contrato con MetroExpress, compañía que “brindaba un servicio paupérrimo” y había sido multada un sinnúmero de ocasiones, según Alvarez.

Como consecuencia, los últimos días ha habido caos en la ciudad por la falta de unidades. Por el momento, se trata de solucionar el problema con la ayuda de la troncal uno y tres, así como con los buses articulados urbanos.

“En las otras troncales también tienen que poner las barbas en remojo porque no podemos seguir con un sistema paupérrimo. Este año se cumplen 17 años desde que se inauguró la Metrovía y nunca ha habido una renovación de flotas, salvo una que otra”, advirtió Alvarez.

También pidió paciencia a la ciudadanía porque “no se trata de soplar y hacer botellas”, puesto que existirían algunas irregularidades en las contrataciones de la administración pasada.

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CONTRATISTAS ‘CHIMICHURRIS’

El alcalde de Guayaquil relató que “en los últimos cuatro años entraron panitas ‘chimichurris’ (chiros) que recibieron más anticipos que el avance de las obras y eso nos tiene paralizados”.

Esa modalidad de contratos se habría gestado en la calle Portete, Juan Tanca Marengo, el Mercado Norte y el Malecón de Posorja.

Alvarez comentó por ejemplo que faltaban 120 mil dólares para terminar el Mercado Norte, pero el contratista “solo tenía por cobrar 50 mil dólares y estaba en contra 70 mil”.

Entonces tuvo que terminar el contrato unilateralmente y “volver como ‘don cojudo’ a subir el proceso que va a demorar cinco meses más”.

“A mí nadie me ve la cara de cojudo, se la vieron a la anterior administración eso sí lo tengo claro”, reiteró el burgomaestre, visiblemente enojado, pues esos contratos serían trabas para concretar obras.

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