Organizaciones de los Derechos Humanos califican el discurso de Lasso contra Iza de "violento y despectivo"
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos de Ecuador rechazó este miércoles las declaraciones del presidente de la República, Guillermo Lasso, en contra de Leonidas Iza, líder de la Conaie, a quien llamó “anarquista”.
“Él quiere crear un ambiente de anarquía” en el país, sostuvo Lasso en el enlace presidencial semanal ‘Encontrémonos por la ciudadanía’ el pasado 21 de diciembre.
“Él odia a la democracia, odia a la institucionalidad del Ecuador, es eficiente en incendiar edificios públicos y promover el secuestro de periodistas y policías”, agregó.
Y advirtió que "al señor Leonidas Iza hay que enfrentarlo con la Constitución y con la ley en la mano diciéndole claramente que esas actitudes anárquicas contravienen" disposiciones legales.
Ante esto la Alianza por los Derechos Humanos menciona que el discurso es “violento y despectivo”, además, “estigmatiza la labor que realizan las dirigencias sociales y políticas” de movimientos indígenas.
También, califican las declaraciones de Lasso de “infundadas y temerarias”, pues estaría reduciendo los procesos de resistencia, decididos de manera colectiva al interior de las organizaciones, a meras acciones individuales.
“Al atacar a la dirigencia, evidentemente, se busca enviar un mensaje intimidatorio a toda la colectividad”, reza el comunicado.
Las más de 15 organizaciones expresaron su preocupación ante la actitud del presidente, porque dicen que “revela su profundo desconocimiento, que raya en la ignorancia, de las obligaciones constitucionales y convencionales que debe cumplir en el marco de los derechos humanos, entre ellos, el Acuerdo de Escazú”.
Lasso e Iza, máximo representante de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), se reunieron en noviembre para desactivar una crisis social desatada por incrementos de los combustibles.
La administración de Lasso había decretado un aumento de los combustibles en hasta 12%, llevando el precio del diésel de 1,69 a 1,90 dólares por galón (3,8 litros) y el de gasolina común de 2,50 a 2,55 dólares.
Posteriormente, en la negociación el Ejecutivo se comprometió a analizar la propuesta del movimiento indígena de bajar el precio del diésel a 1,50 dólares y de gasolina común a 2,10 dólares.
El gobernante agregó el pasado martes que tiene "los brazos abiertos, la mano extendida" para conversar con las organizaciones sociales y buscar acuerdos.
Por su parte, la Conaie anunció que desde enero próximo retomará las protestas permanentes para reclamar por la baja de los combustibles.
